Este barco impactó, en el año 1901, con el arrecife ubicado en la Punta Comasagua, departamento de La Libertad. En la actualidad, la zona es un sitio arqueológico subacuático donde todavía permanecen algunos restos del navío. Según el arqueólogo Roberto Gallardo, este naufragio le dio nombre a la reconocida playa San Blas.
San Blas es una de las playas más hermosas de El Salvador, es un destino turístico muy reconocido en el país y llamativo para aquellos que practican surf. Sin embargo, ¿sabías que el nombre de esta playa es en honor a un barco de vapor que se hundió hace más de 100 años?
El barco SS San Blas fue construido en 1882 en Chester, Pensilvania, y llegó a Acajutla el 11 de marzo de 1883. Durante su vida útil, trabajó en el Pacífico, transportando bienes, productos y pasajeros entre los puertos de California, México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, según recoge el arqueólogo salvadoreño, Roberto Gallardo, en un informe titulado Registro y documentación del pecio “SS San Blas”.
La robustez y capacidad del SS San Blass lo convirtieron en un elemento fundamental para el comercio y la conectividad de la región. Sin embargo, su destino estaba marcado por una fatídica noche.
De acuerdo con el informe, el 17 de diciembre de 1901, el capitán Joseph F. Cattarinich navegaba el San Blas desde Acajutla hacia La Libertad, siguiendo su itinerario habitual. En medio de la oscuridad, el barco se aproximó peligrosamente a la costa y, cerca de las 11:00 p.m., chocó contra las rocas de una pequeña península cerca de la desembocadura del río Comasagua. El impacto fue tan severo dejando al vapor completamente inutilizable.
La incertidumbre y el caos se apoderaron de los pasajeros y la tripulación mientras las luces eléctricas se apagaban. Afortunadamente, todos los ocupantes lograron sobrevivir a la tragedia, pero el SS San Blas fue considerado una pérdida total.
Una publicación realizada por el periódico estadounidense "The San Francisco Call" en aquella época presentó la versión de uno de los tripulantes que viajaban la noche del accidente. El testimonio publicado fue el siguiente:
"Eran las 7:00 de la noche cuando zarpamos de Acajutla, y a las 11:00, debido a una espesa niebla y la equivocación del Capitán Cattarinich quien confundió las luces de algunos pescadores en la playa cinco millas al norte de La Libertad, el barco encalló a unas cuatro millas de ese puerto. Colisionó sobre las rocas y toda la parte inferior del barco fue arrancada. En ese momento, el San Blas viajaba a toda velocidad. Inmediatamente se llenó de agua hasta la cubierta principal, y para aumentar la seriedad de la situación, todas las luces se apagaron un minuto después de la colisión".
"El mar estaba quebrando alto, rompiendo sobre la embarcación, y no fue sin dificultad que los pasajeros fueron transferidos a los botes (salvavidas), los marinos sin embargo, por orden del capitán, se mantenían cerca del barco. Se tomaron algunas precauciones y cuando se llegó a la conclusión que la nave estaba segura sobre las rocas, el Capitán Cattarinich decidió que sería más seguro subir a bordo a los pasajeros nuevamente hasta el amanecer, ya que la noche estaba oscura y el mar corría fuerte".
"Al momento del accidente el Capitán Cattarinich estaba en el puente junto al Segundo Oficial J. W. Ramsey.”
La playa en la que encalló adoptó su nombre en memoria del naufragio, convirtiéndose en la Playa San Blas.
El pecio del SS San Blas, como se conoce a los restos de un barco hundido, yace en el extremo este de la Playa San Blas, según los estudios realizados por el arqueólogo.
Los restos más grandes se encuentran a una distancia de entre 100 y 200 metros de la costa, siendo testigos mudos de aquella noche fatídica que cambió el curso de la historia marítima en la región.
Actualmente, el SS San Blas es un sitio arqueológico subacuático y su pecio es uno de los que más se han estudiado en El Salvador. Las autoridades salvadoreñas afirman que lo protegen debido a su impresionante arqueología.
En El Salvador, existen al menos 12 embarcaciones que son sitios arqueológicos subacuáticos. Los arqueólogos del Ministerio de Cultura han realizado talleres de sensibilización para preservar los pecios y sus historias, ya que algunas personas han intentado extraer el hierro de estos navíos.
Según declaraciones hechas en 2018 por Roberto Gallardo durante la presentación de su libro "Patrimonio cultural marítimo de El Salvador. Registro de pecios", se ha logrado conocer la historia y ubicación de estos pecios a lo largo de las costas salvadoreñas, algo que le brinda mayor peso histórico a dichas zonas.
Aun así, el SS San Blas es un tesoro sumergido que guarda una fascinante historia y representa una parte importante del patrimonio cultural marítimo de El Salvador. Su legado sigue vivo bajo las aguas de La Libertad, recordándonos la importancia de preservar y estudiar nuestro pasado marítimo.
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