El Barcelona goleó al Estrella Roja (2-5) en el Rajko Mitic de Belgrado para encadenar su tercera victoria en la Liga de Campeones, consolidarse en la parte alta de la clasificación y seguir alimentando su recuperado prestigio europeo.
El Barcelona goleó al Estrella Roja (2-5) en el Rajko Mitic de Belgrado para encadenar su tercera victoria en la Liga de Campeones, consolidarse en la parte alta de la clasificación y seguir alimentando su recuperado prestigio europeo.
El equipo azulgrana continúa saldando cuentas pendientes en este torneo y, tras enterrar viejos fantasmas con la goleada ante el Bayern la pasada jornada, esta noche logró ganar, también con enorme autoridad, su primer duelo europeo como visitante tras el fallido estreno de Mónaco.
El rival resultaba propicio para lograrlo pues el Estrella Roja, aunque domina con mano de hierro la Superliga serbia, donde aún no ha perdido, es una de las cenicientas de esta 'Champions', donde cuenta sus partidos por derrotas.
Empezó el Barça exhibiendo todas las virtudes con las que Flick lo ha convertido en un equipo temible: recuperación tras pérdida, línea defensiva adelantada y dominio de la estrategia.
Así, apenas se habían jugado cuatro minutos y el árbitro ya había invalidado por fuera de juego un gol al local Elsnik, el decimocuarto que le anulan por ese motivo a un rival del conjunto azulgrana esta temporada.
Lamine Yamal avisaba a Ilic en el 8, cuando remataba dentro del área un rechace de la defensa serbia que pilló al meta del Estrella Roja bien colocado. Y cinco minutos después, Íñigo Martínez cabeceaba en plancha una falta botada por Raphinha desde la izquierda para hacer el 0-1.
Al Barcelona, que dominaba a placer, parecía que se le ponía todo de cara, y rondó el segundo en un intento de gol olímpico de Raphinha, que envió al palo un saque de esquina, y otro remate alto del brasileño, al que Lamine Yamal había habilitado con un pase magistral a la espalda de la zaga local.
Pero este Barça entiende la defensa como un ejercicio de funambulismo, y una triangulación al primer toque entre Ndiaye y Krunic dejaba solo a Silas, que picaba el balón al fondo de la red sobre la desesperada salida de Iñaki Peña.
Esa vez no hubo fuera de juego y el Pequeño Maracaná enloqueció con el gol del empate de su equipo poco antes de la media hora. El Estrella Roja pareció igualar el choque no solo en el marcador, sino también en fútbol en los minutos siguientes, pero de nuevo era el Barcelona el que golpeaba primero antes de llegar al descanso.
Un disparo seco de Raphinha desde la frontal se estrellaba en el poste, y Lewandowski, muy atento, recogía el rechace y remataba a gol, con Ilic ya batido, para hacer el 1-2.
El Estrella Roja había aguantado el tipo en el primer acto, pero el cuadro catalán fue una apisonadora tras la reanudación. Con una fútbol más afilado, un Kounde más profundo y un Pedri más participativo, finiquitó el partido en los diez primeros minutos de la segunda mitad.
Pedri y Lewandowski rondaron el gol en sendos disparos dentro del área que no encontraron portería antes de que el '9' polaco, esta vez sí, rematara a placer un centro al segundo palo de Kounde, para hacer su decimonovena diana del curso y la 99 en Champions de su carrera.
En la jugada siguiente, Raphinha se añadía a la fiesta con el 1-4, fruto de un disparo raso a la cepa del poste de Ilic tras recibir también una asistencia de Kounde.
El partido ya estaba sentenciado, pero el Barcelona tendría un susto inesperado y no precisamente en el marcador. Y es que Cubarsí tenía que abandonar el césped, con la cara ensangrentada después de que Spajic le clavara los tacos en un lance del juego.
El canterano, pese a lo aparatoso de la acción, dejaba el terreno de juego algo aturdido, pero por su propio pie, en el 67, y su plaza en el eje de la zaga la ocupaba Sergi Domínguez.
Fermín, otro de los hombres de refresco en la segunda mitad, hacía el quinto para los visitantes, justo antes de que el partido se asomase a su último cuarto de hora. La asistencia desde la derecha era de nuevo de un inspiradísimo Kounde, que optaba esta vez, antes de dar su tercer pase de gol, por apurar la conducción del balón hasta llegar a la línea de fondo.
El propio Fermín pudo hacer el sexto con un disparo que se estrelló en el larguero poco después de que el Estrella Roja, en su única ocasión clara de toda la segunda mitad, hiciera el 2-5, obra del recién ingresado Milson, que sorprendía a Peña con un tiro colocado de rosca tras recibir escorado dentro del área.
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