El Inter de Milán selló este martes su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones con una victoria por 2-1 (4-1 global) ante el Feyenoord en San Siro. El equipo de Simone Inzaghi dominó sin problemas y, además de asegurar la clasificación, gestionó con inteligencia los esfuerzos pensando en su duelo contra el Bayern Múnich y en la Serie A, donde pelea por el título.

El Feyenoord, dirigido por Robin Van Persie, necesitaba un milagro en tierras italianas, pero el Inter, pese a las ausencias de Dimarco por lesión y de Barella, Bastoni y Lautaro Martínez, quienes descansaron para el partido ante el Atalanta, no dejó margen para la sorpresa. Los octavos de final se resolvieron rápidamente en los primeros 8 minutos del encuentro, cuando Marcus Thuram anotó un golazo tras una jugada individual espectacular. El delantero galo, uno de los más destacados del Inter, recibió el balón pegado a la banda, hizo una diagonal hacia el área, fintó a dos defensores y disparó con potencia a la escuadra, apagando cualquier esperanza del Feyenoord.

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El equipo neerlandés, que nunca llegó a hacerle daño al Inter, vio cómo el marcador se les escapaba incluso cuando la confianza del equipo local creció. La única vez que el Feyenoord logró batir al portero Yan Sommer fue gracias a un mínimo empujón de Calhanoglu sobre Jakub Moder, que el VAR revisó antes de permitir el tanto. Este gol, el primero que el Inter encajaba en 10 partidos de esta Champions (con solo 2 goles recibidos en total), parecía poco más que un consuelo para los visitantes.

El Feyenoord mostró algo de reacción al final de la primera mitad, con el gol de Moder al minuto 42, pero la reanudación devolvió rápidamente la realidad. En los primeros 6 minutos del segundo tiempo, tras presionar arriba, el Feyenoord cometió un error en la salida que resultó en un penalti sobre Mehdi Taremi. Calhanoglu, confiable desde los 11 metros, no falló y sentenció el partido con el 2-1.

Aunque el resultado pudo haber sido mayor, Thuram vio cómo se anulaba un penalti a su favor tras la revisión del VAR y su segundo remate se estrelló en el larguero. A pesar de ello, el Inter mantuvo el control y pudo dar minutos a los jóvenes canteranos Cocchi y Berenbruch, quienes debutaron en defensa y centro del campo respectivamente, con el partido ya resuelto.

El Feyenoord, que había optado por no jugar el fin de semana en la Eredivisie para llegar más descansado, no pudo repetir la magia de la eliminatoria contra el Milan. Enfrente tuvo a un Inter mucho más sólido, que ahora se prepara para un desafío de gran nivel contra el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones.