La Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (Fusai) reportó que los problemas que enfrentan las microempresas han provocado que las instituciones financieras pequeñas alcanzaran su punto máximo de morosidad en los años que han seguido a la pandemia, llegando casi a un 16% al cierre del primer trimestre de 2023.
"En total, hablamos de 1.5 millones de personas que provienen de diversos sectores de la economía informal, y que ahora se encuentran en una encrucijada financiera, enfrentando dificultades para pagar sus deudas", expuso el Observatorio MYPE de Fusai. El índice de morosidad fue tomado de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas de El Salvador (ASOMI).
Según el estudio, "los proveedores de financiamiento señalan que el aumento en la morosidad se debe al endeudamiento excesivo de estos hogares y al impacto de la inflación, que requiere que una parte considerable de sus ingresos se destine a alimentación o al pago de préstamos".
"La pandemia provocó una falta de liquidez importante en muchos sectores y el comercio informal e informal fue uno de ellos. Se generó una desaceleración en proyectos, algunos lograron salir y otros no ", mencionó Julio Osegueda, secretario de la Sociedad de Comerciantes e Industriales Salvadoreños (SCIS).
Por su parte, el microempresario, Luis Chévez, comentó que "todos estos factores: inflación y problemas internacionales) nos está impactando de diferente manera y se puede ver en que ha impedido el crecimiento, uno se ha quedado estático, tratando de resolver la condición actual. Se genera como una incertidumbre", dijo.
En septiembre, la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) comentó que si bien se ha logrado avanzar en materia de inclusión financiera y hay una mayor diversificación de servicios a las micro y pequeñas empresas, aún persisten algunos retos, con énfasis en acceso a créditos, tenencia de cuentas de ahorro y capital de trabajo para este sector de la economía.
"Siempre el tope final que tiene el microempresario es el financiamiento para impulsar nuevos negocios o agrandar el que ya tiene. Como las fuentes de financiamiento son difíciles, lo que se hace es acomodarse hasta donde se pueda llegar, es decir, se disminuyen operaciones", manifestó Chévez. En este punto, Osegueda coincidió en que muchas empresas están intentando acceder a créditos pero las condiciones no son fáciles.
"Las normas de los bancos pospandemia facilitaron el acceso al crédito, pero este año hemos vuelto a las condiciones normales y se da tanto en las entidades públicas como privadas", declaró. Osegueda advirtió que la situación, el próximo año, "sea bien difícil", lo cual pondrá en un mayor riesgo a los emprendimientos de subsistencia, aquellos que van al día resolviendo sus necesidades básicas.
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