El Salvador reflejó excelentes cifras de recuperación en los balances económicos de medio año. Solo las exportaciones evidenciaron un crecimiento de 44.5 %, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Y es que de enero a julio de este año se contabilizaron $3,846 millones en exportaciones, más de mil millones que en 2020.

Aunque en términos de volumen, las exportaciones solo sumaron un 10 %, Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (COEXPORT) explica que "tal vez no estamos exportando más, pero lo estamos vendiendo a mejor valor. El reto es crecer sostenidamente y eso es aumentar la producción, el volumen y seguir vendiendo con precios mayores, eso se hace con mayor valor agregado que es lo que El Salvador sí hace: vender más productos industriales y no concentrarse en productos primarios como frutas o vegetales".

La directora de COEXPORT dijo que el año pasado el sector cerró con números negativos (-15 %) y perdió $913 millones. Sin embargo, este año la recuperación y el crecimiento han sido importantes. "Es resultado del esfuerzo que las empresas están haciendo, se han puesto el empeño de recuperar sus mercados, de cumplir lo que tengan que cumplir", dijo.

Por otro lado, también tiene mucho que ver con el repunte del sector textil y confecciones que fue limitado el año pasado y que hoy aprovecha la oportunidad de que el mercado estadounidense se reactivó positivamente y necesita proveedores cercanos (nearshoring). El 40.6 % de las exportaciones fueron a Estados Unidos y el 43 % a la región centroamericana. En el sector textil y confección, las variaciones interanuales fueron de $245 millones más, es decir 87 % más que en 2020.

Leonor Selva, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) enfatizó en entrevista radial que definitivamente "hay elementos externos que están contribuyendo a la recuperación económica, especialmente el desempeño de la economía norteamericana". Por otro lado, factores externos como el alza de precios internacionales, de fletes, del petróleo, e internos como la próxima implementación del bitcóin o las reformas constitucionales, pueden generar la incertidumbre que no favorece las exportaciones ni las inversiones.

Una debilidad en el tema de la producción industrial es que El Salvador no cuenta con "la necesaria materia prima o los insumos para producir, tenemos que importar, entonces al exportador le cuesta más trabajo porque además tiene que hacer todo el proceso de la importación. Son los retos y a eso se suma la facilitación. Hemos tenido avances, sentimos que hay bastante deseo de apoyar la facilitación reconociendo que es un factor que ayuda a las empresas", dijo Cuéllar.

"Para el sector exportador es bastante difícil pensar en tener operaciones en bitcóin, tenemos que esperar que se publique esa normativa que el Banco Central de Reserva sacó a opinión y una vez teniendo eso esperamos que las cosas estén más claras, por el momento es difícil opinar si no se sabe sobre qué opinar", dijo Cuéllar.

El sector está a la expectativa, añadió, "pero la mayoría lo que nos dice es que no lo va a aplicar en operaciones de exportación, no puedo decir lo mismo de operaciones locales. Casi el 60 % de los que exportan más venden al mercado local, allí es donde salen las preguntas, ¿cómo van a hacer esa combinación exportación versus mercado local en bitcóin?".