Habitantes de tres comunidades de Acajutla, en Sonsonate, enfrentaron un año más los estragos que las lluvias de la depresión tropical Sara dejaron en sus viviendas. Al menos 89 personas fueron evacuadas.
Es la mañana del martes 19 de noviembre de 2024 y en la comunidad El Astillero, en Acajutla, Sonsonate, el agua ha inundado el camino angosto que conduce a la mayoría de casas de la zona. Recién ha parado de llover, cuenta Andrés Morales, quien a sus 64 años recorre ese trayecto a diario para salir a trabajar.
“Año tras año es la misma lucha, pero no puedo dejar mi ranchito”, dice mientras señala con su mano izquierda los estragos de la lluvia de ayer.
El Astillero es una de las comunidades más vulnerables a las inundaciones en Acajutla. Acoge a unas 46 viviendas construidas, en su mayoría, con láminas, mallas metálicas y madera.
La casa de Andrés no es diferente. Además, está rodeada por un manglar que recoge todas las aguas del distrito y que atraviesa a la comunidad.
Para reforzar el cerco, de alambre de púas y trozos de árboles que ha construido alrededor, Andrés ha colocado pedazos rotos de duralita y apilado una docena de llantas viejas, pero eso no ha impedido que el agua de las lluvias de los últimos días llegue al interior de su vivienda.
Alrededor de las 6:00 de la tarde del lunes, las autoridades de Protección Civil sacaron a su madre, María Julia García Morales, de 95 años, y la trasladaron al albergue que habilitaron en la zona.
Al igual que María Julia, otras 89 personas, provenientes de las comunidades El Astillero, Terraplén y Las Delicias, han sido movilizadas también al lugar, según información proporcionada en el albergue.
Teresa Flores, es otra adulta mayor que vive en la zona, en la comunidad de Terraplén. Los agujeros de la malla metálica del portón de su casa muestran el agua que inundó completamente el jardín.
Cuenta que, año tras año, es la misma situación, aunque con el tiempo ha aprendido a vivir con ella para no abandonar su vivienda y sus tres perros. “Usted sabe que en los albergues no a toda la gente le gustan los animales”, lamenta para argumentar porqué permanece en su casa.
“Tres días de lluvias y se ha mojado todo. Ayer fue el peor día, se inundó el patio y el agua se metió hasta la casa”, relata.
En ese patio, Teresa ha construido un muro para evitar el traspaso de agua del estero y ha instalado unas estructuras de madera sobre las que coloca sus muebles para que no se mojen. Teresa asegura que ya se acostumbró, pues todos los años pasa por la misma situación.
La Comisión Comunal de Protección Civil de Acajutla detalla que solo entre El Astillero y Terraplén debieron evacuar 17 familias. Las dos comunidades suman 73 viviendas, de las cuales unas 28 suelen ser muy afectadas durante la época lluviosa.
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