Este parque acuático posee una gran riqueza natural y es una opción para vacacionar.
El parque recreativo Atecozol, situado en el municipio de Izalco, departamento de Sonsonate, es uno de los más antiguos del país, pero aún conserva su belleza natural.
Atecozol en náhuat significa “Cuna del Señor de las Aguas”, nombre dado por la abundancia de nacimientos de agua que siempre han existido en el lugar.
El parque está ubicado a cinco minutos del parque central de la ciudad de Izalco y a una hora aproximadamente de San Salvador. El turicentro fue fundado en 1956 por Raúl Contreras, presidente de la Junta Nacional de Turismo, en la administración del coronel Oscar Osorio.
Este lugar tiene dos piscinas para adultos con tobogán y cinco para niños, todas de agua cristalina que nace de vertientes en la zona. El parque tiene una extensión de 24 manzanas, con abundancia de árboles, entre estos, Bálsamo.
“Es la primera vez que vengo a Atecozol y es muy bonito. El agua fría que nace acá es agradable por el clima cálido de la zona. Todo muy ordenado y con un espacio muy grande para que las personas puedan disfrutar, pero sobre todo es una oportunidad de desconectarse un rato del estrés de la ciudad”, comentó María Ulloa, turista procedente de Ahuachapán.
Atecozol está abierto de lunes a domingo desde las 8 de la mañana a 4 de la tarde. El precio de la entrada es de $1.50 los adultos, $3 extranjeros y $1 por parqueo. Los niños menores de 6 años, estudiantes con carné vigente, personas con discapacidad y adultos mayores entran gratis. Los turistas además pueden alquilar glorietas para su comodidad.
En este parque recreativo los visitantes podrán disfrutar de áreas de “picnic”; ventas de artesanías y un merendero con variedad de comida y que ofrece principalmente la tradicional sopa de gallina india. Los precios de los platos oscilan entre los $5 por platillo individual, hasta los $20 por un combo familiar.
Además, el turicentro tiene canchas de fútbol, básquetbol, de pelota maya, un temazcal (baño de vapor) y una escultura de la Cuyancúat, personaje de una de las leyendas más conocidas en Izalco, que es un ser mítico mitad serpiente y mitad cerdo. También está la imagen de Atonatl, un líder indígena cuyo nombre en náhuat significa “Sol del Agua” que, según la historia, habría sido el líder en las batallas indígenas y que con su flecha habría lesionado al conquistador español Pedro de Alvarado.
“Para nosotros los izalqueños, Atecozol tiene un significado muy importante por su historia y valor cultural. No creo que haya un izalqueño que no tenga un recuerdo bonito de acá, es parte de nuestras vidas y es muy gratificante que sea un sitio reconocido y muy querido por turistas de todo el país”, mencionó Rafael Chávez, habitante de Izalco.
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