Para 2025, el Gobierno propone asignar $1,535.7 millones a educación, el 4.1 % del PIB estimado para el próximo año. Esta es la cifra más baja desde 2020 y se aleja de la promesa de Nayib Bukele de destinar el 6 % del PIB a este ramo.
El presupuesto que el Gobierno pretende asignar en 2025 al Ministerio de Educación (MINED) representaría el 4.1 % del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para el próximo año, la cifra más baja desde que Nayib Bukele asumió las riendas del Órgano Ejecutivo.
El 30 de septiembre, el Ministerio de Hacienda entregó a la Asamblea Legislativa el anteproyecto de presupuesto de 2025, que incluye $1,535,787,204 para el MINED. Este monto representa un recorte de $34,709,893 respecto a lo aprobado para 2024, pero, además, un descenso en comparación con el PIB, la suma de bienes y servicios producidos dentro del país.
Hacienda estima que la producción nacional alcanzará los $37,505 millones el próximo año, por lo que la propuesta para educación representaría el 4.1 % de ese monto. Esta es la cifra más baja desde 2020, cuando se aplicó el primer presupuesto elaborado por la administración Bukele.
Según las estadísticas oficiales recogidas por LPG Datos, la Asamblea aprobó un presupuesto en educación equivalente al 4.2 % del PIB en 2020, frente al 3.7 % que se autorizó en 2019. En los dos años siguientes, es decir, en 2021 y 2022, el monto se elevó al 4.6 % de la producción nacional estimada por Hacienda.
“En los últimos 20 años, ningún gobierno había logrado un presupuesto de educación mayor al 4 % del PIB (...). Ha sido hasta la gestión del presidente Nayib Bukele que el presupuesto ha incrementado de forma sostenida”, escribió el oficialista Diario El Salvador, el 27 de noviembre de 2021. La nota se refiere a la promesa que hizo Bukele de elevar el gasto en educación al 6 % del PIB, durante la colocación de la primera piedra del puente General José Manuel Arce.
Sin embargo, en 2023 y 2024, el Gobierno se alejó de esa promesa y la asignación presupuestaria para educación bajó a 4.4 % del PIB. Para el próximo año se espera una nueva reducción, hasta el 4.1 %, un nivel similar al de 2009, cuando fue del 4 %.
La asignación presupuestaria de educación para 2025 estaría muy cerca del mínimo que recomienda el Marco de Acción Educación 2030, un acuerdo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptado en 2015 por 160 países, incluido El Salvador, que entre sus compromisos está invertir entre 4 y 6 % del PIB en educación, “o al menos entre un 15 y 20 % del total del gasto público”.
Según estimaciones de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), publicadas esta semana, la educación también perdería protagonismo dentro del presupuesto de 2025. La asignación propuesta representaría el 15.89 % de los $9,662.9 millones que el Gobierno ha solicitado para el próximo año.
Este porcentaje sería 1.43 puntos inferior al registrado en 2024, pero también representa un retroceso “de cinco años”, dijo el matemático Jeser Candray, del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI) de la UFG y autor de los cálculos.
“En el caso de educación lo que implica es un retroceso. Hemos perdido cinco años de inversión en educación, prácticamente, porque estamos retrocediendo previo a 2019 en inversión”, afirmó. La participación de la educación dentro del presupuesto también sería la menor desde 2020, según los cálculos de Candray, ubicándose ligeramente arriba del 14.85 % reportado en 2019.
Óscar Picardo, director del ICTI-UFG, destacó que el presupuesto de una nación refleja cuáles son las prioridades de los gobernanentes. En el caso del anteproyecto para 2025, “lamentablemente, educación vuelve a su estatus de Cenicienta, a una menor inversión en diversos aspectos”, señaló. “
Picardo consideró que a la base de estos recortes podría estar una presión del Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien el Gobierno está negociando un acuerdo para obtener $1,300 millones. Por años, el FMI le ha pedido al país que recorte gastos.
El gasto en salud como porcentaje del PIB también sería en 2025 uno de los más bajos durante la gestión Bukele. El anteproyecto de presupuesto contempla $1,170,381,939, el 3.1 % del PIB estimado por Hacienda para el próximo año, una cifra muy cercana al 3 % que se aprobó en 2020. No obstante, es importante recordar que ese fue el primer año de la pandemia del covid-19 y durante el año se aprobaron varios refuerzos presupuestarios para los recursos públicos para el área de salud aumentaron con el fin de hacerle frente a la emergencia sanitaria.
En comparación con este año, la propuesta de 2025 significaría un recorte de $92,129,323, el mayor aplicado en todo el anteproyecto.
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