La venta de estas frutas exóticas es cada vez más escasa en los mercados de El Salvador debido a su baja demanda, incluso, hay salvadoreños que no conocen la existencia de estos sabores muy peculiares para el paladar. Otros, en cambio, solo han escuchado sobre ellas pero no han tenido la oportunidad de probarlas.
Hace algunos años, varias frutas exóticas formaron parte fundamental de la dieta de los salvadoreños en zonas rurales, en especial aquellas que se destacaban por su abundante cosecha en el país. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de estas delicias naturales han caído en el olvido, relegadas a la memoria de los adultos mayores, mientras que su presencia en los mercados del país es cada vez más escasa.
Un recorrido por diversos mercados de San Salvador reveló la situación actual de estas frutas. De un listado que incluye nombres como cuchamper, manzanas pedorras, icacos y matasanos, solo las pacayas, nísperos y guineos manzanos continúan siendo comercializados, aunque en cantidades reducidas.
La pacaya es una especie de palma cuyo brote comestible es muy apreciado en Centroamérica, especialmente en países como El Salvador y Guatemala. Se utiliza en diversos platos, como ensaladas, tamales o como acompañamiento en guisos. El sabor de la pacaya es suave y se asemeja al de un vegetal con textura similar a la de un espárrago joven.
En El Salvador, la forma más común en que se prepara es "envuelta en huevo, acompañada de arroz", según explicó Lourdes Zetino, propietaria de un comedor ubicado en el corazón de la capital salvadoreña.
"Las pacayas no a todos les gustan porque dicen que les sienten un sabor un poco amargo, pero hay otras personas que sí las comen bastante seguido, por eso es que nosotros las seguimos preparando. No las hacemos todos los días porque tratamos que el menú varíe cada día y no aburrir a los clientes con lo mismo", dijo Zetino.
De acuerdo con la comerciante, los rellenos de pacaya o envueltas en huevo no son las únicas formas de preparar este alimento en El Salvador. Asegura que una de sus abuelas solía preparar pupusas de pacaya con queso, aunque no es un platillo muy común. "Yo todavía no me atrevo a vender pupusas de eso", reveló entre risas.
En los mercados del país, los precios de este tipo de palma varían entre tres y cuatro por un dólar, dependiendo del tamaño de las mismas.
Según el libro Plantas comestibles de Centroamérica, de Carla Chízmar, la pacaya contiene micronutrientes como el calcio, el fósforo y el hierro; asimismo contienen una gran cantidad de carbohidratos y proteínas.
En general, las pacayas, apreciadas por su delicioso brote comestible, siguen siendo un manjar para aquellos que las conocen.
Los nísperos son frutas deliciosas y exóticas que se originan en el árbol de Eriobotrya japonica, nativo de China y Japón, aunque ahora se cultivan en diversas regiones tropicales y subtropicales alrededor del mundo. Estas pequeñas joyas de sabor dulce y aroma delicado son apreciadas no solo por su exquisito sabor, sino también por sus propiedades nutricionales.
Los nísperos tienen una piel delgada de color amarillo dorado que rodea una pulpa jugosa y carnosa, de tono similar pero más claro, que alberga una o dos semillas en su interior. Sin embargo, las cosechas de esta fruta que se producen en El Salvador tienen características un tanto diferentes a las mencionadas anteriormente. Los nísperos salvadoreños mantienen la piel delgada, pero de un color café cuando están en un punto adecuado de madurez.
Según la Academia Salvadoreña de la Historia, su nombre real es Chicozapote y fueron los españoles quienes lo llamaron 'níspero' por su parecido con un fruto que ellos conocían. Ante esto, el nombre 'Níspero' predominó entre los salvadoreños.
Una de las ventajas de los nísperos es su versatilidad en la cocina. Se pueden consumir crudos como una merienda deliciosa y saludable, agregarse a ensaladas de frutas o utilizar en la preparación de postres como mermeladas o helados. También se pueden cocinar ligeramente para realzar su sabor en platos salados como ensaladas gourmet o acompañamientos para carnes.
En términos de conservación, los nísperos son relativamente frágiles y deben manejarse con cuidado para evitar daños. Se recomienda almacenarlos a temperatura ambiente y consumirlos lo antes posible para disfrutar de su frescura óptima. Sin embargo, si es necesario prolongar su vida útil, pueden refrigerarse en una bolsa de plástico perforada durante unos días.
Uno de los lugares donde aún se pueden encontrar a la venta es en el Mercado Central de San Salvador, Santa Tecla, e incluso con vendedores por cuenta propia que recorren diferentes puntos de dichas ciudades.
De acuerdo a un recorrido realizado en ambos sitios, los precios pueden oscilar entre seis, ocho o 10 nísperos por $1, siempre dependiendo de su tamaño, es decir, entre más grandes sean, menos cantidad se recibe por el precio establecido.
En resumen, los nísperos son una opción deliciosa y nutritiva para agregar variedad a la dieta, con su sabor único y su versatilidad culinaria. Ya sea que se coman crudos como un bocado refrescante o se integren en recetas más elaboradas, los nísperos seguramente deleitarán a los amantes de las frutas exóticas.
Esta fruta, de acuerdo con el Servicio Agroalimentario de México, posee propiedades nutricionales muy altas, ya que contiene vitamina C, B y A contribuyendo al fortalecimiento del sistema inmunológico. Además, aporta nutrientes esenciales como el calcio, potasio y magnesio. Asimismo, ayuda a fortalecer el sistema óseo y contrarresta los efectos de la descalcificación.
Los guineos manzanos, también conocidos como manzanas bananas, son una variedad de plátanos que se distinguen por su pequeño tamaño y su sabor dulce y delicado. Originarios de regiones tropicales de América Latina y el Caribe, estos frutos han sido durante mucho tiempo un elemento básico en la dieta de las comunidades locales, según el libro Plantas comestibles de Centroamérica.
Su nombre peculiar, "manzanos", se debe a que su sabor y textura se asemejan en cierta medida al de las manzanas, mientras que "guineos" es una palabra comúnmente utilizada en El Salvador y otros países para referirse a los plátanos. Esta combinación de características únicas los hace destacar entre otras variedades de plátanos, destaca el escrito.
Tienen una cáscara fina de color amarillo que puede desarrollar manchas oscuras a medida que maduran. Su pulpa es suave y dulce, con un ligero aroma que recuerda al de las manzanas maduras. Se pueden consumir crudos cuando están maduros, siendo una opción perfecta como refrigerio rápido y nutritivo.
Se pueden utilizar en la preparación de postres, como batidos, pasteles o plátanos fritos. También se pueden incorporar en platos salados, como ensaladas tropicales o como acompañamiento para platos principales.
Los guineos manzanos deben almacenarse a temperatura ambiente hasta que estén maduros. Una vez que alcanzan su punto óptimo de madurez, se pueden refrigerar para prolongar su frescura por unos días. Es importante evitar refrigerarlos antes de que maduren, ya que esto puede afectar su sabor y textura.
En cuanto a su precio, en algunos mercados de San Salvador y Santa Tecla, los guineos manzanos rondan de 10, 12 o 15 unidades por un dólar.
Existen dos tipos de guineos manzanos: el principal y más común de color amarillo en su punto de madurez, y el guineo manzano rojo. Este tipo de banano no es muy común y se diferencia por el color de su cáscara, teniendo tonos entre rojo, rosado o morado.
En su interior, la parte comestible, suele ser amarillo o también rosado pálido, según explica la autora del libro.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, los guineos manzanos son una excelente fuente de carbohidratos, fibra dietética, potasio y vitaminas B6 y C. Su contenido calórico moderado los convierte en una opción saludable para mantenerse satisfecho y energizado durante todo el día.
Tras un recorrido realizado por los principales mercados de la capital salvadoreña y Santa Tecla, se pudo comprobar que las frutas como cuchamper, icacos, manzanas pedorras y matasanos no se encuentran a la venta debido a la poca demanda y baja popularidad de estos en la actualidad, aseguran los comerciantes.
De este listado, entre los salvadoreños hay un fruto que casi nadie parece reconocer: los Icacos. A pesar de su presencia en las zonas rurales del país, los Icacos son prácticamente desconocidos para la mayoría de los compradores habituales de los mercados capitalinos.
Lo anterior, de acuerdo con los resultados obtenidos de un sondeo realizado a un total de 50 personas que hacían sus compras en el mercado central de San Salvador a quienes se les preguntó si conocen, han probado o al menos han escuchado hablar de estas cuatro frutas.
Los resultados revelaron que los Icacos son prácticamente desconocidos, ya de de este total de personas, solo 3 afirman conocerlos mas no haberlos probado.
Respecto al resto de frutas, la mayoría dijo conocerlos o haber escuchado sobre ellos por parte de sus abuelos o por personas que viven en el interior del país, donde las cosechas suelen mantenerse.
Pero, ¿qué se sabe de estas frutas poco conocidas?
Los icacos, también conocidos como yacón, son frutas exóticas originarias de la región andina de América del Sur, donde han sido cultivadas durante siglos. Estas frutas, que pertenecen a la especie Smallanthus sonchifolius, son apreciadas tanto por su sabor dulce y refrescante como por sus propiedades nutricionales únicas.
Originarios de los Andes de América del Sur, los Icacos se han cultivado principalmente en países como Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia, donde las condiciones climáticas son propicias para su desarrollo. Sin embargo, en las últimas décadas, su cultivo se ha extendido a otras regiones tropicales y subtropicales del mundo, incluidas algunas partes de Centroamérica, México, Asia y África.
Los icacos son conocidos por ser una excelente fuente de inulina, un tipo de fibra dietética que actúa como prebiótico y contribuye a la salud digestiva. Además, son bajos en calorías y contienen una variedad de vitaminas y minerales beneficiosos, incluidos el potasio, el calcio, la vitamina C y antioxidantes.
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En cuanto a su consumo, los icacos se pueden disfrutar de varias formas. Se pueden comer crudos, ya que tienen un sabor similar al de las peras o las manzanas, con una textura crujiente y jugosa. También se pueden utilizar en la preparación de ensaladas de frutas, batidos, jugos y postres, añadiendo un toque de dulzura y frescura.
El cuchamper, conocido también como chuchampero, es una especie de pepino que ha sido un elemento fundamental en la dieta de algunas comunidades de América Latina, especialmente en Honduras y El Salvador. Aunque menos conocido que otras frutas tropicales, el cuchamper destaca por su sabor único y sus potenciales beneficios para la salud.
Originario de regiones tropicales de Centroamérica, esta fruta se cultiva principalmente en zonas con climas cálidos y húmedos. Su cultivo ha sido tradicional en estas áreas, donde se aprecia por su capacidad para prosperar en condiciones ambientales específicas.
Quienes los conocen afirman que puede comerse asado en brasas para acompañar con miel de abeja, otros dicen haberlo comido con un poco de limón, sal, salsa picante y alguashte. También se puede consumir crudo, generalmente encurtido en vinagre resaltando su sabor ligeramente amargo y su textura crujiente.
En términos nutricionales, el cuchamper es una excelente fuente de agua y fibra, lo que lo convierte en una opción refrescante y saludable para incluir en la dieta diaria. Además, contiene una variedad de vitaminas y minerales, como la vitamina C, potasio y magnesio, que son esenciales para mantener la salud y el bienestar general.
Aunque el cuchamper es menos común en comparación con otras frutas tropicales, su presencia en la dieta de ciertas comunidades rurales y su potencial culinario ofrecen una oportunidad para explorar y apreciar la diversidad de sabores y alimentos que la naturaleza nos brinda.
Las manzanas rosas son conocidas popularmente como manzanas pedorras. Tienen un sabor dulce, muy similar al de un marañón japonés, su textura suele ser un poco esponjosa. Al estar llegar a su punto exacto de madurez toma un color amarillo o verde claro.
Esta fruta se puede consumir cruda; es hueca por dentro y posee una semilla. Asimismo, pueden utilizarse para preparar jaleas o salsas.
@chalatecasv Manzana pedorra o manzana de agua #elsalvador ♬ sonido original - Chalateca
Según creencias populares, narradas por adultos mayores, el consumo excesivo de esta fruta produce flatulencias, razón por la que se le adjudicó el nombre.
Asimismo, se dice que las semillas pulverizadas son empleadas por algunos como tratamiento para la diabetes, sin embargo, hasta la fecha no existe un estudio científico que lo demuestre.
Los matasanos son una fruta peculiar y menos conocida que a menudo se encuentra en áreas rurales de Latinoamérica, entre ellas El Salvador. Aunque su presencia en el mercado salvadoreño es prácticamente nula y su popularidad es menor en comparación con otras frutas tropicales, los matasanos tienen características únicas que los hacen interesantes.
Son originarios de áreas tropicales y subtropicales, los matasanos se encuentran comúnmente en áreas boscosas y húmedas. Su cultivo es más común en pequeñas huertas familiares o en la naturaleza misma, ya que su recolección se realiza principalmente de forma silvestre.
Los matasanos se caracterizan por su cáscara gruesa y rugosa, que puede variar en color desde verde oscuro hasta café claro, dependiendo de su grado de madurez. Su pulpa, de color blanco o ligeramente amarillento, tiene una textura suave y un sabor dulce y ligeramente ácido, reminiscente de otras frutas tropicales como el mango o la papaya.
Esta peculiar fruta se puede comer cruda cuando están maduros, cortando la cáscara y disfrutando de su pulpa directamente. También se pueden utilizar en la preparación de jugos, batidos o postres, como mermeladas o helados, aprovechando su sabor único y refrescante.
Aunque los matasanos no son tan conocidos ni ampliamente comercializados como otras frutas tropicales, ofrecen una oportunidad para explorar y valorar la diversidad de productos naturales que El Salvador, y otras regiones donde se cultiva, tiene para ofrecer.
Ante esta realidad, algunos expertos en agricultura y conservación han señalado la importancia de valorar y rescatar estas frutas exóticas, tanto por su valor nutricional como por su relevancia cultural. Instan a promover su cultivo y consumo, no solo como una forma de preservar la diversidad biológica, sino también como una oportunidad para enriquecer la gastronomía local y revitalizar las economías rurales.
En un mundo donde la homogeneización de la dieta y la pérdida de variedades agrícolas son preocupaciones crecientes, el redescubrimiento y la promoción de frutas como los icacos, cuchamper, manzanas pedorras y matasanos podrían representar un paso hacia la recuperación de tradiciones alimentarias pérdidas y un mayor respeto por la biodiversidad que nos rodea.
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