Alrededor de 120 familias de la colonia Santa Rosa, en Puerto Parada, enfrentan dificultades debido a las lluvias que han azotado El Salvador en los últimos días. Estas familias, dedicadas a la extracción y venta de curiles, ven comprometida su principal fuente de ingresos, necesaria para cubrir sus necesidades básicas.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes, quienes aseguran que, durante emergencias nacionales, su labor suele ser ignorada.
“Por ser una zona rural, casi nunca nos toman en cuenta. Necesitamos que valoren nuestro trabajo y nos brinden apoyo en estas situaciones,” expresó José Reyes, pescador y residente de la comunidad.
Reyes también denunció la falta de beneficios pese a contar con carnés de pescadores. "Así como apoyan al sector agrícola, deberían apoyarnos a nosotros. También sufrimos estas condiciones, y muchas familias viven en casas vulnerables en zonas de riesgo," señaló.
Las lluvias no solo dificultan el acceso al manglar debido al mal estado de los caminos, sino que también afectan la fauna silvestre. La entrada de agua dulce reduce la población de moluscos como los curiles, dejando a los habitantes sin su principal recurso de subsistencia.
“Casi no se encuentran curiles como antes. Con las lluvias se pierden muchos, y es difícil extraerlos. Ahora, un canasto de curil se vende a $4.00, pero cada vez hay menos para trabajar.” afirma Sisinia Rivera, vendedora de curiles.
Los residentes piden a las autoridades que tomen medidas concretas para garantizar su seguridad alimentaria y económica, así como mejoras en la infraestructura de las comunidades costeras.
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