Se trata de una propiedad donde Kate, William y sus hijos pasaron la pandemia y suelen pasar tiempo de vacaciones en familia; a la vez otros rumores la ubican en su casa para no romper la rutina cotidiana de los niños y el príncipe.
Los recientes acontecimientos relacionados con la ubicación y el estado de salud de Kate Middleton pusieron en el punto de mira a una propiedad específica, Anmer Hall. Esta encantadora casa de campo del siglo XIX, situada en el pintoresco pueblo de Anmer, en Norfolk, Inglaterra, volvió a destacar como un refugio apreciado dentro de la familia de la realeza británica.
Según informes de prensa, la princesa Kate se encuentra en proceso de recuperación en esta residencia rural, propiedad del Príncipe y la Princesa de Gales, tras someterse a una cirugía abdominal de la que se sabe poco. La pareja recibió esta propiedad como regalo de bodas de la difunta Reina Isabel II.
Ahora, en marzo, la princesa no fue vista en casi tres meses y los medios oficiales dijeron que estaría alejada de la vida pública hasta después de las festividades por Semana Santa. Con poca información concreta, no tardaron en esparcirse los rumores y teorías de conspiración sobre el verdadero paradero de Kate. Las especulaciones sobre su salud alcanzaron un punto crítico el pasado fin de semana cuando se difundió una foto familiar manipulada con Photoshop de Kate con sus hijos en el Día de la Madre.
Según informó el medio The Post, una fuente cercana a la situación expresó una profunda preocupación y sugirió que los problemas de salud de Middleton podrían ser más graves de lo que inicialmente se pensaba. “Algo está muy mal. El hecho de que Kate no pudiera sentarse durante una sesión de fotos me hace creer que esta es una situación mucho más seria de lo que nadie imagina”, comentó la fuente al medio estadounidense.
A tres horas en auto desde Londres, Anmer Hall es una propiedad georgiana con 10 habitaciones, pileta y cancha de tenis privada, construida en 1802. Forma parte de Sandringham Estate, una vasta estancia de 8000 hectáreas propiedad de la familia real desde 1862 que cuenta con iglesias, parroquias y casas de campo. Una de ellas y a tan solo cinco minutos en auto desde Anmer Hall está la residencia principal de la finca, Sandringham House, donde el rey Carlos III y la reina Camilla celebran las Navidades reales.
Adquirida por el Príncipe Alberto Eduardo en 1896 como parte de Sandringham Estate, Anmer Hall tiene una historia variada. Desde ser la residencia de la familia Coldham, pasando por ser alquilada a varios miembros de la aristocracia británica, incluidos el duque y la duquesa de Kent y Hugh van Cutsem. En 2013, los rumores llevaron a afirmar que el Príncipe William y Kate Middleton se habían mudado allí, completando la transición dos años después, antes del nacimiento de la Princesa Charlotte. La propiedad también fue visitada por el Príncipe Harry y Meghan Markle.
Desde 2015, Anmer Hall es un refugio para el Príncipe William, Kate y sus tres hijos, y lo fue especialmente durante la pandemia. Sin embargo, debido al crecimiento de sus responsabilidades reales a tiempo completo, ahora pasan la mayor parte de su tiempo en sus dos residencias principales: una en el Palacio de Kensington y la otra en Adelaide Cottage, ubicada en los terrenos del Castillo de Windsor.
Adelaide Cottage cuenta únicamente con cuatro habitaciones (una para el matrimonio y una para cada hijo) y no cuenta con personal doméstico permanente ni viviendo con ellos, dando muestras, una vez más, de la austeridad y simpleza que los caracteriza para criar a sus hijos. También se sospecha que Middleton podría estar recuperándose en esa casa, ya que a fines de febrero, la Casa Real habló del tema a través de un vocero, quien dijo que la princesa se está “recuperando día a día” junto a sus tres hijos y acompañada por sus padres y sus hermanos en aquella ubicación, que es la casa familiar.
A pesar de todo, Anmer Hall se mantiene como su “refugio campestre”, y un dato curioso sobre esta residencia es que, de acuerdo a Sally Bedell Smith, autora del libro Elizabeth the Queen: The Life of a Modern Monarch (Isabel la Reina: la vida de una monarca moderna), en 2015 la difunta reina Isabel hizo un comentario algo extraño sobre Anmer Hall. Después de que la pareja real terminara de renovarla, decidieron reinaugurar la propiedad con una invitación a la reina. La periodista estadounidense contó que en la casa de arquitectura georgiana “tienen una de esas grandes cocinas con un plano abierto con zonas para comer, a lo que Su Majestad opinó: ‘No puedo entender por qué todo el mundo pasa tanto el tiempo en la cocina’”. Su extrañamiento hacia tareas domésticas ordinarias como hacer la cama a la mañana, ordenar la casa, y lavar la ropa tal vez sea la explicación de que este espacio le resulte tan insignificante en los hogares.
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