
En el primer episodio de la producción, la duquesa de Sussex, Meghan Markle, prepara este producto casero con sales de Epsom y rosada de Himalaya, junto a aceites de árnica y lavanda. La producción y el uso de estos ingredientes han causado preocupación.
La producción "Con amor, Meghan", estrenada el pasado 4 de marzo en Netflix, no solo ha sido mal recibida por la prensa británica, sino que también medios especializados de Estados Unidos y algunos espectadores no han dudado en calificarla de "mala".
"Con amor, Meghan" es un programa de estilo de vida en el que se muestra a la esposa del príncipe Harry como una experta en resolver situaciones cotidianas del hogar. En el programa, la duquesa de Sussex invita a amigos a una propiedad elegante y rústica en Montecito, California, para compartir consejos de la vida diaria en casa, de cocina, jardinería y hospitalidad, entre otras cosas.
Esa no es la residencia de Meghan Markle, sino otra propiedad de lujo que queda muy cerca y que fue arrendada específicamente para el rodaje.
Además de que la prensa ha sido lapidaria con la serie, ahora la producción enfrenta otra controversia. Expertos en cuidado de la piel y medicina herbal expresaron preocupación sobre uno de los proyectos caseros que la duquesa expone en la producción. Se trata de una sal de baño que Meghan enseña a preparar al principio del primer capítulo y que incluye en una canasta de invitados para su amigo, el maquillador Daniel Martin.
"Una de mis tareas favoritas es preparar la habitación de huéspedes. Pienso en los dos lugares que son importantes para un huésped. ¿Qué hay al lado de la cama? Esos son sus buenos días y buenas noches. ¿Y qué hay en el baño? Para que puedan darse un buen baño por la noche", dice la exactriz durante el episodio, antes de empezar a preparar el producto que permitiría cumplir con el último objetivo.
"Para las sales de baño, la base de lo que necesitamos son sales de Epsom a la antigua u hojuelas de magnesio. Es genial para relajar el cuerpo. Pero pueden agregarle más cosas", añade, mientras echa la sal en un frasco de vidrio.
Luego, Meghan le añade a la mezcla un poco de aceite de árnica. "Uso mucha árnica en mi casa. Así es la vida de un niño", señala refiriéndose a sus hijos Archie y Lilibet de tres y cinco años respectivamente. "Muchos golpes y moretones. El aceite de árnica es genial para tratar pequeños moretones", suma.
Posteriormente, apunta a un contenedor de vidrio que no es pequeño y dice que lo llenará con su producto. Cuando le preguntan cuánta sal necesita para elaborar la sal de baño, afirma que necesita "bastante". "No soy modesta cuando se trata de sales de baño", lanza.
Después, la duquesa de Sussex empieza a revolver la mezcla y le hecha un poco de aceite de lavanda, que según describe, "es relajante por la noche". Además, le coloca "sal marina rosada del Himalaya", que "le da un poco de color y es un buen antiinflamatorio", plantea.
Cuando termina de revolverlo, coloca su producto para el baño en el frasco de vidrio donde dejó un espacio arriba porque "me gusta hacer como un saquito de té, con otras cosas que no quieres que se vayan por el desagüe".
Es así como saca una bolsita y dentro de ella comienza a poner "sales en el fondo, capullos de rosa, lavanda seca", la que luego amarra. "No quiere tener que limpiar esto después de un baño", plantea.
Ignoró las medidas precisas
Según los especialistas, la sal de baño casera de Meghan podría dañar la piel de quienes la usen e incluso causarles quemaduras. Ellos apuntan a que la esposa del príncipe Harry, ignoró las medidas precisas, y no diluyó los aceites de árnica y lavanda para evitar la irritación de la piel.
Jennifer Christopherson, esteticista experimentada, advirtió a los espectadores que no imiten la receta. "¡No intenten esto ustedes mismos! No estoy convencida de que comprendan los riesgos", declaró al periódico Daily Mail, citado por The Mirror.
Según la especialista, la duquesa ignoró las medidas precisas cuando mezcló los ingredientes de la sal de baño. De hecho, se refirió al momento en que la exactriz indicó que necesitaba "bastante" sal cuando le preguntaron qué cantidades se requerían para elaborar el producto.Esto, según apuntó Christopherson, dejó claro que estaba adivinando. Asimismo, según los profesionales, los aceites esenciales de lavanda y árnica deben diluirse en aceites portadores, como el de coco, jojoba o semilla de uva, para evitar la irritación de la piel. En esa línea, recomiendan una proporción mínima de 8:1. Sin embargo, en la serie Meghan incluyó los aceites directamente a la sal sin diluir y en una cantidad excesiva, según la esteticista.
Además, recalcó que los aceites esenciales son "sustancias no reguladas" que pueden irritar la piel si se usan incorrectamente. "No puedes simplemente echar aceites esenciales, dárselos a alguien y esperar que no haya problema. Basándome en eso, te lo aseguro ahora mismo. Así que ten cuidado", advirtió.
Cabe mencionar que pese a las críticas que ha recibido "Con amor, Meghan", tendrá una segunda temporada cuyo rodaje ya terminó y estará disponible en Netflix en el otoño (boreal).
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