Stephanie Salas dijo no ser una mujer rencorosa o resentida, por tal razón no le afectó el reencuentro con Luis Miguel en la boda de su hija, Stephannie Salas.
Stephanie Salas cuenta cómo fue reencontrarse con su expareja, Luis Miguel, en la boda de su hija, Michelle Salas, asegurando que existe buena energía entre los dos.
Mientras Salas y su actual pareja, el actor Humberto Zurita, presentaban la nueva temporada de la obra "Papito querido", al final de la conferencia de prensa, la hija de Sylvia Pasquel no evadió las preguntas relacionadas con el "Sol y, en cambio, confió a los reporteros que compartieron un rato agradable durante la boda de Michelle, pues contó que, finalmente, el cantante reconoció la gran madre que ha sido para su primogénita.
"No voy a decir las palabras, pero la verdad sí... siento que hay buen energía en el ambiente, sí les puedo decir", dijo al programa de Azteca, "Venga la alegría".
Además, compartió que para ella no significó un momento incómodo volver a ver a Luismi, pues aseguró que no es una mujer rencorosa.
"No soy una mujer resentida, rencorosa, que no sé qué, que no se habla y que no dirige, no, para nada", destacó.
Negó que le hubiera molestado que su hija tomara en cuenta al "Sol" para convocarlo en un día tan importante como el de su boda, pese a que fue un padre ausente a lo largo de su crecimiento e indicó que se siente gustosa de que Michelle pueda contar con su madre y su padre.
"Maduras también, te vuelves una mujer plena de ver que tus hijos, tu sangre, tus lazos, se están consolidando, están madurando y están perteneciendo a otra etapa de la vida", comentó.
Zurita no se quedó atrás y también habló de su experiencia en la boda de Michelle, pues acudió como acompañante de Stephanie, desacreditando las versiones de que se sintió intimidado por la presencia del intérprete de "La incondicional".
"A mí no me conflictúan ni Luis Miguel, ni John Travolta, ni nadie... digo, no quiero demeritar nada, yo no lo veo de esa manera, para mí Luis Miguel es como este señor que está acá al lado; no podría hablar mal del ´Sol de México´", expresó al matutino.
Salas y Díaz Granados se casaron el 13 de octubre del año pasado, en la finca Il Borro, ubicada en la Toscana italiana, en la que contó con la presencia de su madre, su hermana Camila, su padre y la actual pareja de éste, Paloma Cuevas.
La gran ausente fue su abuelita Sylvia Pasquel y su bisabuelita Silvia Pinal.
Si bien había viajado a Europa para acudir a la ceremonia, "La Pasquel" no pudo estar debido a la fuerte caída que sufrió en Estambul días antes, por lo que fue hospitalizada, y en el caso de doña Silvia, la familia tomó la decisión de que lo mejor era que la primera actriz se quedara en la Ciudad de México, pues por su edad, 93 años, era peligroso que viajara grandes distancias.
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