A casi un año de la invasión rusa a Ucrania, El Salvador no ha apoyado ninguna resolución condenando la entrada de tropas rusas a territorio ucraniano.
El canciller de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró en una conferencia de prensa organizada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que los países que han adoptado una posición de neutralidad en el caso de la invasión rusa a Ucrania han tomado el lado equivocado.
Consultado sobre el silencio que El Salvador ha mantenido a casi un año de la entrada de unidades militares rusas al territorio ucraniano, acción que desencadenó la guerra entre ambas naciones, Kuleba aseguró que su gobierno ha visto en ese lapso “muchos matices de neutralidad” en la comunidad internacional.
El diplomático sostuvo que hay algunas naciones que aseveran que desean ser “amigos” tanto de Rusia como de Ucrania y que llaman por lo tanto a resolver el conflicto entre ellos. Otras, en cambio, señaló, acompañan las votaciones en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas condenando las acciones militares rusas, pero se niegan a tomar ninguna medida más como, por ejemplo, darles armas o vendérselas. Y hay una tercera categoría, afirmó, que son las que no hacen nada.
En todo caso, apuntó que si un país ni siquiera puede condenar abiertamente ese acto de agresión, ese país ha tomado el lado equivocado y ha decidido dar su apoyo a un mundo donde los más poderosos se imponen sobre los más débiles por medio del uso de la fuerza.
“Si un país no condena la agresión rusa contra Ucrania, ese país abre el camino para otros agresores y para aquellos que quieren resolver los problemas por la fuerza y que no respetan el derecho internacional (…) Esto no es un ataque solo a Ucrania, esto fue un ataque a reglas muy básicas en las que se basa nuestro mundo. Si un país no condena abiertamente esto al menos, entonces ese país quiere vivir en un mundo despiadado donde la fuerza resuelve todos los problemas. No sé si El Salvador es uno de ellos, probablemente no. Probablemente El Salvador quiera vivir en un mundo donde se respeten las reglas”, señaló.
Desde la invasión rusa al territorio ucraniano, iniciada en febrero de 2022, El Salvador se ha negado consistentemente a acompañar a la comunidad internacional en la condena de dicha invasión. En marzo del año pasado, cuando la ONU emitió una resolución condenando la irrupción de tropas rusas, con un total de 141 votos a favor, el país se abstuvo de acompañar la medida. Junto con el país estuvieron en esa oportunidad naciones como Nicaragua, Bolivia, Cuba y China.
En otra resolución similar por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), emitida en octubre pasado, El Salvador se negó una vez más a votar en contra de la invasión.
Finalmente, siempre en octubre, la representación del país ante la ONU no emitió voto en la resolución emitida por ese organismo en la que condenaba los "referendos ilegales" llevados a cabo en cuatro regiones ucranianas y los intentos de Rusia de anexionarse esos territorios.
La resolución, respaldada por 143 votos, rechazaba no solo la “anexión ilegal” rusa, sino los referendos “ilícitos” realizados por dicho país en las regiones ucranianas de Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia, al tiempo que sentenciaba que estos no tenían validez alguna y tampoco servían para modificar de ninguna manera el estatuto de esas regiones en Ucrania.
Entre los países que adoptaron una decisión similar a la salvadoreña en esa votación estuvieron, entre otros, Azerbaiyán, Burkina Faso, Guinea Ecuatorial, Irán, Camerún y Turkmenistán.
Salvo unas declaraciones realizadas en marzo pasado por el vicepresidente de la República Félix Ulloa, hasta el momento, el Ejecutivo ha guardado silencio sobre lo que de forma amplia la comunidad internacional ha considerado una agresión de parte de Rusia.
En esa ocasión, haciendo una comparación con lo sucedido en el escenario de la Guerra Fría, Ulloa aseguró que países pequeños como El Salvador no deberían de estar involucrándose en conflictos entre bloques geopolíticos.
"En esa época existía un movimiento que se llamó ‘los no alineados’, gente que no estaba ni con el bloque soviético ni el occidental. Llegó a tener 77 países de naciones que no querían tomar partido. Mientras él (Nayib Bukele) no se pronuncie, mal haríamos nosotros en estar dando opiniones", consideró entonces Ulloa.
"Yo creo que, a veces, el no pronunciarse es una forma de pronunciarse. Es de sabios saber en qué momento pronunciarse", sentenció.
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