
Alba Marina Gaviria aseguró que las autoridades y "Los Pepes" dieron otras versiones de lo que ocurrió.
El 2 de diciembre de 1993 se produjo la muerte del narcotraficante Pablo Escobar. "Los Pepes" y el Bloque de búsqueda lograron ubicar la casa en la que se escondía y le dispararon mientras intentaba huir por el techo.
En nuevas revelaciones con el pódcast "Más allá del silencio", Alba Marina Gaviria aseguró que la muerte del miembro del Cartel de Medellín no se produjo de la manera en la que se ha contado y que su familia tiene una versión diferente.
Alba Marina Gaviria, quien solo utiliza su apellido materno para no ser relacionada con Pablo Escobar, aseguró que luego de que su hermano se trasladara a "La catedral", "empezaron una cantidad de cosas muy malucas", refiriéndose a que enviaban aviones para vigilar la zona.
Mientras planeaba su fuga de la cárcel, el narcotraficante llamó a su hermana y le dijo: "Escondan a todo el mundo, porque ahí si lo van a torturar para encontrarme a mí".
Alba Marina aseguró que ese día organizó todo para que todo el mundo se fuera, sin saber el destino de Pablo Escobar. El día en que se produjo la muerte del cabecilla del Cartel de Medellín.
"Cuando se transportaba en taxi lo dejaba en cierto punto y no sabía para donde se iba porque yo cerraba los ojos. Yo no sabía dónde estaba Pablo. Cuando dijeron que era por el obelisco yo me fui".
Tras ser informada de que Pablo Escobar estaba en el techo, su hermana aseguró que "le quitaron el bigote, hicieron las del diablo. Yo iba a subir y no me dejaron subir. Pablo no tenía nada [sangre en el cuerpo], Pablo se suicidó", dijo Alba Marina.
En la versión oficial de las autoridades se registró que Pablo Escobar fue dado de baja por el entonces comandante policial Hugo Aguilar junto a otros integrantes de la Policía. "Tomé el radio y grité: 'Viva Colombia", contó Aguilar sobre el momento de la muerte del narco en su libro "Así maté a Pablo Escobar".
Sin embargo, una segunda versión entregada por "Los Pepes", aseguraron que su papel fue crucial en el debilitamiento del cartel.
Diego Murillo, un paramilitar y narcotraficante conocido como "Don Berna", aseguró que la bala que perforó el cráneo de Escobar la disparó su hermano.
"Sus principales colaboradores habían sido dados de baja, otros estaban en la cárcel.
El mensaje que enviamos los integrantes de Los Pepes fue contundente: quien le prestara ayuda al "Patrón", moriría", narró "Don Berna" en su libro "Así matamos al Patrón".
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