La joven confesó ser adicta al juego, donde había acumulado deudas de más de 6 mil dólares. De acuerdo con las autoridades de Brasil, las simulaciones de secuestros relacionadas con las adicciones se están convirtiendo en un fenómeno recurrente.
Una situación inusual fue descubierta por la Policía Civil en Brasil tras detener a dos personas acusadas de fingir sus propios secuestros para obtener dinero de manera ilícita.
Uno de los casos más llamativos involucró a una joven de 23 años, quien, con el propósito de saldar deudas, envió un video a su padre donde simulaba estar en cautiverio y exigía un rescate de 50,000 reales ($8,621.73).
La joven confesó a las autoridades que es adicta al juego y que su desesperación la llevó a realizar esta acción. Según explicó, había acumulado deudas significativas con un prestamista, iniciando con un préstamo de 1,000 reales, seguido de otro por 5,000 reales. Las pérdidas en juegos de azar incrementaron su deuda hasta los 35,000 reales ($6,035.42). Frente a esta situación, decidió simular un secuestro para presionar a su padre y allegados con el fin de conseguir el dinero.
El martes, alrededor de la medianoche, envió mensajes a sus familiares, incluidos su padre y amigos, informando sobre el supuesto secuestro. Más tarde, caminó por las calles de Río de Janeiro hasta las 10 de la noche, momento en el que ideó fingir haber sufrido un accidente. En el Hospital Souza Aguiar, desde donde contactó a su padre para compartir su ubicación, agentes de la Comisaría Antisecuestros (DAS) la encontraron y procedieron a su arresto.
El mismo día, la DAS detuvo a otro individuo acusado de una estrategia similar. Este hombre fingió estar retenido por narcotraficantes en el Complexo do Alemão y exigió 2,000 reales ($344.83) al propietario de una empresa de alquiler de motocicletas. Fue localizado en São Gonçalo, también arrestado en flagrancia.
El delegado titular del DAS, William de Medeiros Peña, destacó que las simulaciones de secuestros relacionadas con la adicción al juego se están convirtiendo en un fenómeno recurrente. "Por lo general, este tipo de extorsión se dirige a los propios familiares. De los casos que manejé este año, alrededor del 40% estaban motivados por deudas de juego", explicó.
Ambos implicados enfrentarán cargos por extorsión bajo la modalidad de secuestro falso, un delito que contempla penas de entre 4 y 10 años de prisión, con agravantes en situaciones donde las víctimas sean personas mayores. Las investigaciones siguen abiertas para identificar a otros posibles involucrados.
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