Melania Trump, la esposa del presidente electo Donald Trump, no tomó el té el miércoles, como marca la tradición, con la primera dama Jill Biden durante el primer encuentro entre el presidente saliente y el entrante. Cuál será su papel en el nuevo Gobierno es una de las incógnitas que se abre tras la victoria del republicano
La esposa de Donald Trump, Melania, no piensa mudarse del todo a Washington en el que será su segundo periodo como primera dama y ha dado señales de estar dispuesta a romper la tradición con respecto al rol que debería cumplir en la Casa Blanca, informa la CNN.
Para la cadena estadounidense, que cita fuentes cercanas al círculo de Trump, el primer signo de que la nueva primera dama no seguirá la tradición fue que este miércoles no acudiera a la invitación que le cursó Jill, la esposa del presidente saliente, Joe Biden, para tomar el té en la Casa Blanca.
El encuentro de ambas debía producirse de forma paralela al que tuvieron Biden y Trump para formalizar el proceso de transición política que concluirá en enero con la toma de posesión del primero de ellos.
Según CNN, después de que Jill Biden enviara su invitación, en el equipo de Trump se debatió sobre la asistencia de la primera dama al encuentro y, al parecer, se llegó a la conclusión de que era importante que ella fuera a esa reunión.
Ese episodio indica que Melania Trump, quien pasó sus primeros cuatro años como primera dama redefiniendo su papel, está indicando de forma temprana que tendrá aún más autonomía en este segundo mandato.
“No estoy ansiosa, porque esta vez es diferente. Tengo mucha más experiencia y mucho más conocimiento. Estuve en la Casa Blanca antes. Cuando entras, sabes exactamente qué esperar”, dijo la esposa de Trump en una reciente entrevista con el canal de noticias Fox News mientras promocionaba su libro de memorias.
En opinión de la profesora de la Universidad de Ohio y experta en primeras damas, Katherine Jellison, en este segundo mandato es probable que Melania Trump "continúe con el perfil bajo que ha mantenido".
"Creo que protegerá su privacidad y solo hará apariciones públicas y declaraciones en sus propios términos (...) Se reafirmará como su propia persona y probablemente no hará muchos intentos de ajustarse a las expectativas tradicionales", afirma a EFE.
Fue "una primera dama no tradicional" que "no aceptó los protocolos y expectativas previamente establecidos con respecto a las primeras damas", añade Lee.
En opinión de la profesora de Comunicación en la Universidad de Boston y experta en primeras damas, Tammy Vigil, su principal legado fue "romper con la tradición", asegura a EFE.
"Su ruptura con algunas convenciones en lo que respecta a las primeras damas contemporáneas abrió oportunidades para que las futuras primeras damas tal vez sean menos criticadas por tomar sus propias decisiones sobre cómo y cuándo cumplir con las expectativas del papel", añade.
Un mes antes de las elecciones la exmodelo publicaba 'Melania', su primera autobiografía, un libro en el que narra su vida sin meterse en polémicas, reflexiones sesudas o intimidades de su etapa como primera dama. Uno de los temas que más dio que hablar en los medios los días después fue su apoyo incondicional al derecho de las mujeres a abortar.
¿Tendrá un papel más presente Melania Trump y una voz propia en esta nueva etapa, que arranca el próximo 20 de enero, cuando Trump tome posesión?
Cuando asumió su papel en 2017, señala Vigil, "carecía de experiencia como esposa de un político y parecía insegura de sí misma".
"Además, tenía un equipo que o bien era inexperto o estaba más centrado en complacer al presidente que en servir a la primera dama", añade.
Pese a que apenas ha participado en la campaña electoral, hoy en día Melania Trump "parece mucho más intencional en sus elecciones y más centrada en sus objetivos y ambiciones", asegura la experta.
"Si contrata a un personal que se dedique más a ella que a su marido y que tenga experiencia en el área de relaciones públicas y estrategia política, puede ser una primera dama muy importante", pues tiene "mucho potencial", afirma.
Para Lee, este segundo periodo "puede ser diferente", entre otras cosas porque Barron Trump ya está en la universidad y "tendrá más tiempo libre para participar en las actividades de la Casa Blanca y en las iniciativas si así lo desea".
"Sospecho que volverá a centrarse en cuestiones relacionadas con los niños, tanto a nivel nacional como internacional", detalla.
No cree, sin embargo, la experta que vaya ir mucho más allá y "expresar sus opiniones políticas", aunque quizás siga "apoyando los derechos reproductivos de las mujeres y destacando la historia de las mujeres estadounidenses, como lo ha hecho en el pasado"
Se espera que Melania Trump pase la mayor parte de su tiempo en los próximos cuatro años, no en la Casa Blanca, sino entre la ciudad de Nueva York y Palm Beach, donde está Mar-a-Lago, la residencia de los Trump en Florida, dijeron a CNN fuentes familiarizadas con el círculo de Trump.
Sin embargo, esas fuentes insistieron en que la esposa del presidente electo estaría presente en los eventos importantes y tendría su propia plataforma y prioridades como primera dama.
Melania Trump ha desarrollado una vida y un círculo de amigos en Florida durante los últimos cuatro años y probablemente continuará pasando mucho tiempo allí, dijeron las fuentes.
Después de las elecciones de 2016, Melania Trump retrasó su mudanza a Washington, optando por trasladarse a la Casa Blanca meses después de la inauguración del mandato de su esposo, mientras su hijo Barron, entonces de 10 años, terminaba el año escolar en Nueva York, donde ahora estudia en la universidad.
Las fuentes sugirieron que la primera dama entrante también pasaría una cantidad significativa de tiempo en la Torre Trump, en Nueva York, para estar cerca de su hijo. De hecho fue vista en la ciudad el domingo pasado, regresando con él desde Florida a bordo del avión privado del presidente electo.
Mensaje de response para boletines
Comentarios