
"Valeria, mi hija, era una niña extraordinaria. Muy inteligente, todos la llamaban por su apodo 'Colochita'. Le encantaba bailar", recordó Tania.
Tania Ávalos, la salvadoreña que sobrevivió a la tragedia de ver a su familia ahogarse en el río Bravo hace meses no quiere que se recuerde a su pequeña Valeria y a su esposo Óscar solo como una imagen que conmovió al mundo en junio pasado.
Un padre salvadoreño de 25 años junto a su hija de 23 meses ahogados boca abajo a la orilla del río Bravo, frontera entre México y Estados Unidos, es la fotografía que fue reproducida en infinidad de medios internacionales. Pero Tania desea que sea la imagen de su familia en vida la que sea recordada.
CBS News habló con Tania, de 21 años, sobre el momento en el que vio por última vez a su familia y sobre cómo es la vida ahora para ella.
Lo primero que la salvadoreña dijo en esa entrevista es que deseaba hablar de "su fe" y que quería "agradecerle a Dios por la oportunidad que me ha dado para compartir un mensaje con todo el mundo para que puedan ver y pensar que a veces las malas decisiones son muy dolorosas".
Tania recordó el momento exacto en el que ella, Óscar, y Milton, otro familiar, decidieron que era el momento de cruzar hacia Estados Unidos a través del río Bravo, luego de esperar por dos meses en México.
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Todo se complicó cuando una corriente arrastró a Óscar y a Valeria, quien iba acunada dentro de la camisa de su padre. La joven viuda recuerda que vio a su esposo una última vez antes de perderlo en el caudal del río.
Había conocido a Óscar hace cinco años, le contó a CBS News. Él compartió con ella sus deseos de ser padre y formar una familia. Valeria nació en julio de 2017 y ellos se habían casado solo unos tres meses antes del fatal desenlace.
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"Valeria, mi hija, era una niña extraordinaria. Muy inteligente, todos la llamaban por su apodo "Colochita". Le encantaba bailar", recordó Tania en la entrevista. Contó cómo se iba a trabajar muy temprano a un restaurante para poder ayudar a mantener su hogar. "Nuestro deseo era prosperar como familia", dijo. "Yo le decía 'Es para ti, amor, que hacemos todo esto'", recordó.
Los cuerpos de Óscar y Valeria fueron repatriados a El Salvador con apoyo de la cancillería, luego de deshacer el viaje que emprendieron como familia hacia Estados Unidos con la esperanza de mejorar sus condiciones económicas.
Tania volvió sola al país a finales de junio y despidió a sus familiares en un sepelio en el cementerio La Bermeja, San Salvador, el pasado 1 de julio.
A finales de junio, el senador Chuck Schumer, líder del Partido Demócrata en el Senado, llevó una reproducción a escala de la fotografía de Óscar y Valeria ahogados. Momentos después el Congreso aprobó liberar una partida por $4,600 millones para ayudar a menores migrantes en la frontera sur.
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