En Estados Unidos, las vecindades pueden traer problemas ajenos a las propiedades en sí, que tienen que ver con la relación que uno puede tener con sus vecinos, la cual se puede tornar bastante conflictiva si es que hay puntos de inflexión que provocan una discordia entre ambas partes, muchas veces trasladada al ámbito legal.

Eso le ocurrió a Graham y Katherine Bateson, quienes integran una pareja estadounidense que tuvo una disputa con su vecina, llamada Wendy Leedham, debido a que esta colocó una valla que dificultaba la entrada a su propiedad, y ese conflicto terminó costándoles sus ahorros de $59.551, según le contaron al sitio New York Post.

La pareja reveló que gastó ese dinero en abogados por haber llevado esa queja a una causa judicial que les terminó haciendo dilapidar lo que habían ahorrado durante toda su vida. "Que te quiten todos los ahorros de toda tu vida de esa manera, cuando sabías que tenías razón desde el principio”, protestaron.

Acorde a lo que describieron, Leedham obtuvo un asesoramiento legal que establecía que ella tenía su derecho a poner esas vallas, las cuales obstaculizaban la entrada de su casa a los Bateson, quienes dijeron: “Habíamos vivido aquí 32 años sin ningún problema con los vecinos anteriores, todos estaban de acuerdo en que era un camino compartido”.

Asimismo, mencionaron que, desde un principio, cuando compraron la propiedad en el año 1987 a $39.039, se les dejó en claro que la entrada era compartida con la de su vecino, pero nunca habían sufrido ningún altercado hasta que llegó Leedham y tomó la postura de construir esa cerca.

Cómo finalizó la disputa entre vecinos en Estados Unidos

La causa entre los Bateson y Leedham tuvo su resolución en el año 2021, pero esta última no pudo presenciarla ya que falleció previamente con 74 años, meses antes de que se realice el dictamen. Allí, se llegó a la conclusión de que la valla que construyó Leedham podría permanecer.

Con Leedham fallecida, ahora su casa se encuentra a la venta por un precio de $496.263 a través de los agentes Sowerbys, pero los Bateson le revelaron a New York Post que están aguardando por la llegada de su nuevo vecino que compre dicha propiedad con cierto temor de que traiga nuevos conflictos con ellos.