El pasado 6 de abril, el Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador informó que en la parte central del país se había registrado una temperatura de 41 °C, un récord para la zona. El dato solo confirma lo que la población ya tiene claro: el calor es inusualmente alto.

El calor es inusualmente alto, pero esta situación no ha ocurrido de manera súbita o inesperada. Y la solución, si es que se hace algo sustancial al respeto, no ocurrirá de manera súbita. La población, mientras tanto, está tomando algunas medidas para sobrellevar el problema: adquirir ventiladores. Entre 2022 y 2023, la cantidad de familias con ventilador pasó de 50.5% a 58.7%, el salto más alto desde que hay registro.

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Entre el año 2000 y el 2015 la cantidad de familias con ventilador se mantuvo en 40%, aunque con algunos altibajos. En los siguientes cinco años, hasta 2020, subió cinco puntos y llegó a 45%. Y en los tres años siguientes, hasta 2023, subió 13 puntos. Hay que tomar en cuenta que ocho de esos 13 puntos de aumento fueron solo el año pasado.

Los departamentos con mayor porcentaje de familias con ventilador son San Salvador (71%), La Paz (67), La Unión (66%), San Miguel (64%), y Usulután (59%). San Salvador es uno de los departamentos con mayor ingreso, mientras que el resto de los lugares mencionados tienen sus cabeceras departamentales  a baja altitud, y por lo tanto experimentan temperaturas más cálidas.

El aumento en la tenencia de ventiladores en 2023 fue algo generalizado en todos los departamentos del país, pero con mayor énfasis en La Paz (+14), San Salvador (+11), Sonsonate (+11) y Usulután (+9). Y visto en términos regionales, el mayor aumento fue en el Área Metropolitana de San Salvador (+11) y en la zona urbana (+9).