El cardiólogo intervencionista y endovascular periférico, experto en realizar dicho implante, explicó cómo este procedimiento mínimamente invasivo mejora la calidad de vida de los pacientes.
El TAVI, (Transcatheter Aortic Valve Implantation, por sus siglas en inglés) traducido al español como implante transcatéter de válvula aórtica, es un procedimiento que ha revolucionado el tratamiento de la estenosis aórtica. Este consiste en la colocación de una prótesis aórtica biológica a través de un catéter en pacientes con estenosis aórtica severa, una condición que dificulta el flujo sanguíneo hacia el cerebro y el resto del cuerpo.
El reconocido cardiólogo intervencionista y endovascular periférico, Dr. Nelson Ulises Bonilla, ofreció una perspectiva reveladora sobre el tratamiento de la estenosis aórtica, una enfermedad con tasas de mortalidad significativas si no se aborda adecuadamente. Según el Dr. Bonilla, una vez que los síntomas se manifiestan, la falta de reemplazo de la válvula puede resultar con una mortalidad del 50 % a los 2 años; y del 90 % a los 5 años.
Este procedimiento es el implante o la colocación de una prótesis valvular de origen biológico, en este caso de pericardio bovino o pericardio porcino, que se coloca por vía transcatéter, es decir, sin cirugía de corazón abierto.
La válvula va plegada y se introduce a nivel de la ingle a través de la arteria femoral común en el 90% de los casos; se va avanzando por la arteria aorta hasta que se llega al plano valvular, es decir, donde está la válvula aórtica enferma, se procede a la liberación de la válvula; una vez abierta; se restaura el flujo de sangre que sale del corazón para todo nuestro cuerpo.
El Dr. Bonilla mencionó las indicaciones principales para realizar un TAVI y cómo se determina la idoneidad de un paciente para este procedimiento. El galeno destacó que el TAVI está indicado en pacientes con estenosis aórtica severa o crítica, con edad de 65 años o más; que presenten síntomas como dolor de pecho, falta de aire o desmayos. Además, mencionó la existencia de una forma congénita de la enfermedad, la válvula bicúspide, que puede provocar el cierre prematuro de la válvula aórtica y la consecuente estenosis.
“Todos los pacientes que hemos atendido tienen una mejor calidad de vida luego del procedimiento, porque muchos de ellos no podían caminar más de 20 pasos sin cansarse, por falta de aire. Pero una vez les colocamos la válvula, ellos pueden regresar a su vida normal. Prácticamente, es un tratamiento curativo, ya que desaparece la enfermedad”.
Dr. Nelson Ulises Bonilla, cardiólogo intervencionista y endovascular periférico.
En cuanto a los riesgos asociados con el TAVI, el Dr. Bonilla expresó que, como cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos que oscilan entre el 1 % para los más severos y entre el 3 % y el 12 % cuando se necesita colocar un marcapasos definitivo. También enfatizó el riesgo de eventos cerebrovasculares embólicos, que se sitúa entre el 3 % y el 5 %.
Una de las ventajas del TAVI es su carácter mínimamente invasivo, realizado bajo anestesia local y sedación. El procedimiento tiene una duración aproximada de 60 a 90 minutos, y la mayoría de los pacientes pueden ser dados de alta dentro de las 24 a 48 horas siguientes, siempre y cuando no haya complicaciones.
El Dr. Bonilla también habló sobre las diferentes válvulas que conforman el corazón y cómo las válvulas transcatéter (TAVI) están fabricadas con materiales como cromo cobalto o nitinol, revestidas con pericardio bovino o porcino, con una durabilidad estimada de 10 años.
“Tenemos en el corazón cuatro válvulas, dos en el lado izquierdo que son la válvula mitral y aórtica; del lado derecho otras dos, llamadas válvula tricúspide y la válvula pulmonar. En cada patología hay dos clasificaciones, se le llama insuficiencia, cuando la válvula no coapta o son incompetentes, para evitar el reflujo de la sangre.
Cuando es estenosis existe una estrechez o limitación de la apertura de la válvula usualmente por abundante cantidad de calcio, reduciendo el flujo de la sangre que bombea el corazón al resto del organismo”, afirmó el Dr. Bonilla.
El Dr. Bonilla señaló que “esta técnica de TAVI se hizo por primera vez a nivel mundial en el 2002. En el país, nuestro primer implante se llevó a cabo el 16 de agosto de 2021, hasta la fecha, ya llevamos más de 90 implantes realizados. En El Salvador contamos con una amplia experiencia de implante de válvula aórtica por vía transcatéter, tanto con tecnologías autoexpandibles como balón expandible”, contando con tres marcas de estos dispositivos en el país.
Actualmente somos el segundo país que más implantes realiza por año a nivel regional.
El Dr. Bonilla concluyó que el TAVI es un procedimiento seguro y efectivo que ha cambiado radicalmente el tratamiento de la estenosis aórtica, proporcionando a los pacientes una opción terapéutica que mejora su calidad de vida y prolonga su sobrevida. El equipo multidisciplinario que lidera el Dr. Bonilla cuenta con una amplia experiencia y un compromiso con la salud cardiovascular de sus pacientes.
Para consultas en áreas como cardiología, enfermedad coronaria o valvular (incluyendo la aórtica), el Dr. Bonilla está disponible en la Plaza de Vicencio, segundo nivel, local 2-16. Para contactarlo, llamar al 2519-9216 o seguirlo en Instagram y Facebook como @dr.nelsonbonilla
“Somos un equipo que hemos realizado aproximadamente 90 implantes, con tres tipos de válvulas o marcas que existen en el país, las cuales se eligen según cada paciente. La válvula que se selecciona depende del perímetro o del tamaño de la válvula aórtica de cada paciente. El diámetro de las válvulas varía desde 21.5 milímetros hasta 34 milímetros”.
Dr. Nelson Ulises Bonilla, cardiólogo intervencionista y endovascular periférico.
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