Te contamos todo sobre el truco de belleza que le ofrece muchos beneficios a tu piel con ayuda del hielo, uno de los mejores aliados para el cuidado de tu rostro.
Los beneficios de usar hielo en la cara para tener una piel suave y firme
Existen algunos trucos de belleza que, a pesar de los años, siguen y siguen siendo uno de los hacks más efectivos para el rostro y que los amantes del cuidado de la piel recomiendan para lograr un efecto porcelana.
Y uno de ellos es el uso del hielo en la piel, un truco que ha pasado de generación en generación, que tanto tu abuela como tu mamá han puesto a prueba, pues este le aporta múltiples beneficios a tu cutis que no vas a poder creer.
Desde cerrar los poros hasta contrarrestar las arrugas, unos cuantos cubitos de hielo van a convertirse en tu mejor aliado para lucir una piel hermosa, radiante y brillosa.
A continuación te contamos todas las ventajas que el uso del hielo le aporta a tu cutis.
Las bajas temperaturas pueden ser de gran ayuda a la hora de combatir los signos de la edad que suelen aparecer y el uso del hielo promete crear un efecto tensor que hará que luzcas la piel más tersa. Bastará con aplicar un poco en los puntos donde empieces a notar arrugas o líneas de expresión.
Uno de los beneficios que el hielo suele aportar es reducir la inflamación que aparece en la zona de los ojos después de una noche de fiesta o un largo día de trabajo. Por lo que el hielo se convierte en una de las herramientas más efectivas y amigables con nuestro rostro.
El hielo se convertirá en tu mejor amigo para desinflamar la piel cuando esta se encuentra reteniendo líquidos, pues las frías temperaturas van a hacer que el flujo de la sangre circule con mayor facilidad.
Si sufres de acné en tu rostro, colocar un poco de hielo va a refrescar tu piel y a combatir el exceso de sebo que se produce a lo largo del día.
Limpia tu rostro como de costumbre y, una vez que la piel esté libre de impurezas, coloca un poco de hielo sobre un paño y frótalo unos cuantos minutos con movimientos circulares, especialmente sobre la zona T. No olvides el contorno de ojos y el cuello.
Al finalizar, aplica tu rutina de skincare para hidratar tu piel.
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