
Esta miniserie aborda los peligros de la nueva era digital y la "manosfera" en los jóvenes.
Este 13 de marzo, Netflix estrenó "Adolescencia", una impactante serie de drama criminal que ha llamado la atención de la gran mayoría de personas. En la actualidad, es la más vista en 71 países.
La miniserie sigue la vida de "Jamie Miller", un niño de 13 de años que es arrestado bajo sospecha de homicidio por el asesinato de una compañera. Algo que ha llamado la atención de los usuarios es que cada episodio fue grabado en un sola toma y cuenta con estelares actuaciones de los protagonistas.
Además de esto, "Adolescencia" se centra en problemas que pueden afectar a las nuevas generaciones con el uso de las redes sociales y las comunidades que se crean dentro de estas.
Por ejemplo, uno de los cuatro episodios consiste en una conversación entre "Jamie" y un psicólogo infantil, quien intenta responder la pregunta que ni los detectives ni sus padres han podido contestar, el por qué detrás de sus acciones.
Las indagaciones en la escuela de Jamie y este diálogo con el profesional revelan que el niño ha sido profundamente afectado por el acoso escolar en redes sociales, especialmente relacionado con la subcultura incel.
Este drama de Jack Thorne y Stephen Graham revela el lugar más peligroso para un adolescente: estar solo su habitación con un celular. Es allí donde recurre a la atmósfera digital y encuentra diversas comunidades con ideas peligrosas.
En este caso, llega a la "manosfera" digital, término que hace referencia a sitios web, blogs y foros en línea que promueven la masculinidad, la misoginia y la oposición al feminismo.
"Jamie" adopta las "píldoras rojas" de la cultura incel, se une a grupos que dicen revelar "la verdad" y se adhiere a la regla del 80/20, una teoría que sostiene que el 80 % de las mujeres solo se sienten atraídas por el 20 % de los hombres, priorizando el atractivo físico y el estatus social.
Eventualmente, todas estas ideas provocan un desastroso final que muestra cómo "Adolescencia" es el reflejo de la brecha entre padres e hijos adolescente en la era digital.
A pesar de que esta miniserie causa una sensación de cercanía con la audiencia, no está basada en la vida real. No obstante, los creadores se inspiraron en reportes reales de noticias sobre niños jóvenes involucrados en crímenes con cuchillos.
"Hubo un incidente en el que un niño [supuestamente] apuñaló a una niña. Me impactó. Pensaba: '¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando en la sociedad donde un niño apuñala a una niña hasta la muerte? ¿Cuál es el incidente que lo incita?'. Y luego volvió a suceder, y volvió a suceder, y volvió a suceder. Realmente solo quería arrojar luz sobre el asunto y preguntar: '¿Por qué está sucediendo esto hoy? ¿Qué está pasando? ¿Cómo hemos llegado a esto?'", dijo el cocreador, Stephen Graham.
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