Descubre métodos sencillos y efectivos para devolverle la claridad a los focos de tu automóvil. Con estos trucos caseros, podrás mejorar la visibilidad y la estética de tu vehículo sin necesidad de gastar en costosos productos comerciales.
Los focos amarillentos y opacos no solo afectan la estética de tu vehículo, sino que también pueden reducir la visibilidad nocturna, comprometiendo tu seguridad. Afortunadamente, existen métodos caseros y sencillos para devolverles su brillo original.
Prueba en tu vehículo cualquiera de estos métodos:
Uno de los trucos más populares es el uso de pasta de dientes. Antes de explicártelo, te advertimos que este método no le funciona a todos, dependerá del tipo de superficie de policarbonato con que esten fabricados los focos o la pasta de dientes que se use (asegúrate que sea una pasta únicamente blanca).
Ahora bien, para este método, antes que nada limpia bien los faros con agua y jabón para retirar polvo, tierra, entre otros. Luego sécalos bien con un paño de microfibra.
Ahora, procura aislar el faro con cinta aislante para evitar que la pasta de dientes entre en contacto con la pintura. Con los dedos, aplica una buena cantidad sobre la superficie del faro y frota los focos con movimientos circulares con un paño suave. Deja actuar por unos 5 minutos y luego aclara con abundante agua y vuelve a lavar los faros con agua y jabón . La pasta de dientes contiene abrasivos suaves que ayudan a eliminar la capa amarillenta.
Otro método efectivo es el uso del vinagre de manzana, blanco o de vino tinto. Está demostrado que el vinagre es eficaz limpiando grasa, cal y sarro. En este caso, debes calentar un poco el vinagre (sin dejar que hierva) y colocalo en un pulverizador. Rocía el vinagre sobre el foco y déjalo hacer su trabajo durante unos minutos. Frótalo con un paño suave y luego limpia con agua y jabón.
Este es tal vez uno de los más efectivos métodos caseros. El limón y bicarbonato de sodio también son una opción eficaz porque, en conjunto, tiene un efecto abrasivo bastante potente sobre superficies manchadas o calcificadas. Corta un limón por la mitad, espolvorea bicarbonato de sodio sobre la superficie cortada y frota los focos. La acidez del limón y las propiedades abrasivas del bicarbonato trabajan en conjunto para limpiar y pulir.
Sí, estás leyendo correctamente, ceniza. Pero no cualquier ceniza, antes de frotar los focos de tu vehículo con ella, asegúrate de que no contenta restos de madera, carbón u otras partículas que puedan rallar las superficies. Idealmente, usar ceniza que sea únicamente un polvillo fino y suave. Este lo mezclarás con agua hasta obtener una pasta manejable que puedas extender por toda la superficie de los faros. Déjala secar por unos minutos y luego la retiras con un paño seco. Lava posteriormente los faros con agua y jabón
Finalmente, el papel de lija de grano fino es una opción para los focos extremadamente opacos. Moja el papel de lija y frota suavemente los focos en movimientos circulares. Este método requiere un poco más de esfuerzo, pero los resultados son impresionantes.
Recuerda siempre enjuagar bien los focos después de aplicar cualquiera de estos métodos y secarlos con un paño limpio. Además, considera aplicar una capa de sellador UV para protegerlos y evitar que se vuelvan a opacar rápidamente.
Finalmente, si nada de esto te convence, siempre puedes comprar un polish para metales. Aunque no es un método completamente casero, es fácil de encontrar en cualquier ferretería. Aplica una pequeña cantidad en un paño y frota los focos hasta que recuperen su brillo.
Con estos trucos caseros, no solo mejorarás la apariencia de tu vehículo, sino que también incrementarás tu seguridad al conducir de noche. ¡Anímate a probarlos y disfruta de unos focos como nuevos!
*Este artículo fue generado con ayuda de Inteligencia Artificial y editado por un periodista
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