La talentosa joven ha trabajado con comercios locales y ha representado a El Salvador a nivel internacional en concursos de maquillaje corporal. Además, ha enseñado sus conocimientos a un director de cine, aficionados y hasta su abuelita. Conoce su historia en la siguiente nota.
Cristina Aragón es una talentosa salvadoreña que se dedica a recrear los aterradores personajes de Halloween a través del maquillaje de efectos especiales. La joven lleva nueve años en el rubo artístico, alternando sus carreras de maquillista y tatuadora con su pasión por la danza.
El primer lienzo de Cristina fue su propia piel, maquillándose para una fiesta de disfraces que llevaría a cabo su antiguo trabajo. Según relata, de camino visitó un comercio donde una empleada "se asustó con el maquillaje", pensando que eran heridas reales, reacción que la incentivó a continuar en el mundo de la caracterización.
Posteriormente, la artista colaboró en un evento inspirado en la popular serie televisivaThe Walking Dead, recreando algunos de sus incónicos personajes. Y desde entonces no ha parado, llegando a representar a El Salvador dos veces en una iniciativa de cuerpos pintados de Perú llamada Latin Body Paint.
A pesar de no contar con una formación en artes plásticas, Aragón logró perfeccionar su técnica a través de la práctica constante y vídeos de YouTube. Su perseverancia la llevó a ser una de las pocas maquillistas profesionales de efectos especiales en El Salvador.
"Hay que confiar en el proceso (...) Al principio los maquillajes van a quedar feos, como cualquier cosa cuando uno comienza. La cosa es no rendirse, seguir intentándolo", arfima.
La joven comenta que su habilidad en el maquillaje le abrió las puertas a su otra carrera como tatuadora. "El maquillaje es la base de todo, debería tener más visibilidad", manifiesta.
Aunque es en Halloween cuando su trabajo resuena más fuerte, Cristina mantiene su creatividad a lo largo del año, participando en producciones audiovisuales, contrataciones particulares, pasarelas de moda y el teatro, a quien califica como su "primer amor".
La salvadoreña también se convierte en maestra durante la temporada de "Noche de Brujas", desarrollando, junto a organizaciones sociales, talleres para aprender a maquillarse, especialmente de catrinas (personaje mexicano de Día de Muertos). Asimismo, Aragón ha compartido sus conocimientos con un director de cine y hasta con su abuelita, a quien le enseñó a maquillar heridas.
Otras figuras recurrentes en el trabajo de la joven son: el Joker, zombies y payasos. No obstante, asegura que su mayor inspiración la encuentra en la saga de películas "Saw", también conocida como "El juego del miedo"; las cintas de Guillermo del Toro y algunos vídeos musicales.
El arte de Cristina no se limita al rostro, pues ha experimentado pintando en las extremidades, abdomen y espalda, donde recreó un sangriento corsé. También ha elaborado maquillaje "burbujeante", que simulaba la supuración de una herida, y "resplandeciente", al pintar un alien que brillaba en la oscuridad.
Para llevar a cabo este tipo de creaciones, la artista hace uso tanto de materiales propios de la industria como de productos caseros; eso sí, siempre garantizando el bienestar de la piel. Por lo cual, cuestiona a sus clientes sobre alguna alergía e indica si es necesario el retiro de vello facial para el maquillaje.
De acuerdo con Cristina, su servicio de maquillaje puede ser contratado a lo largo del año tanto por empresas como personas particulares.
El tiempo ideal para reservar cupo es de una semana y las cotizaciones se pueden solicitar por medio de su cuenta de Instagram @xtinaragon.
Aunque la salvadoreña suele realizar su trabajo en un estudio de tatuajes, ubicado cerca del Paseo General Escalón, también cuenta con modalidad a domicilio por un valor adicional.
En cuanto al costo, la joven indica que éste varía según la complejidad del diseño; la tarifa mínima es de $35, la cual aplica para caracterizaciones de payasos y heridas, mientras que las catrinas y zombies pueden costar $40.
El precio del maquillaje está vinculado al tipo y cantidad de materiales necesarios para elaborarlos, pues algunos requieren de prostéticos, sangre falsa, látex líquido u otros productos más caros que la pintura.
Cristina también brinda el servicio de retiro de maquillaje, para quien lo deseé; de lo contrario, recomienda quitarlo con desmaquillante o toallas húmedas. Las creaciones de la joven son duraderas, además, suele proporcionar un material extra para retocarlo.
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