
Además de los altos costos de mantenimiento del vehículo de gama alta, el choque podría reducir su valor.
El Lamborghini Urus color morado que Shakira regaló a un seguidor ha vuelto a ser noticia, esta vez por un accidente ocurrido en Estados Unidos. Michael Mejía, el joven artista plástico colombiano que ganó el lujoso vehículo en diciembre de 2024, sufrió un choque con el automóvil, sumando un nuevo problema a la ya complicada situación que enfrentaba con su mantenimiento.
Desde que recibió el automóvil, Mejía ha enfrentado dificultades financieras debido a los altos costos de mantenimiento. Aunque Shakira le otorgó un cheque de $90,000 USD, para ayudarle a cubrir impuestos y seguros, pero, la cantidad no fue suficiente para sostener un auto de lujo.
Michael Mejia, ganador del carro de Shakira, ya recibió el Lamborghini. �� pic.twitter.com/dEFVwilAx2
— Queerboo (@queerboo) February 18, 2025
Solo el seguro mensual supera los $2,000 USD y cada dos días gasta alrededor de $70 USD en gasolina, lo que ha hecho que mantener el Lamborghini sea un reto considerable.
El accidente complica aún más la situación de Mejía, quien ya contemplaba vender el vehículo debido a las dificultades económicas que le ha generado. "Es un carro increíble, pero mantenerlo es demasiado costoso. Ahora, con este accidente, las cosas se han puesto aún más difíciles", explicó en una entrevista según infomó Blu radio.
En eso terminó el Lamborghini de Shakira ������ pic.twitter.com/bAzBz8C6qM
— Andrés Guillén ��������️�� (@andresguillen6_) March 7, 2025
El joven ha recibido ofertas de hasta $800,000 por el Lamborghini, pero con los daños sufridos, el valor del vehículo podría verse afectado. Mientras decide qué hacer, Mejía deberá asumir los costos de reparación si quiere venderlo en buenas condiciones o aceptar una oferta menor a la esperada.
El caso ha generado debate en redes sociales, con opiniones divididas entre quienes creen que vender el Lamborghini es la mejor opción y quienes consideran que debería buscar alternativas para conservarlo. Lo cierto es que lo que comenzó como un sueño hecho realidad para Mejía se ha convertido en un desafío financiero, y ahora, tras el accidente, el futuro del automóvil es aún más incierto.
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