Conoce los retos que ha tenido que afrontar Camila Peña al incursionar en un rubro dominado por hombres y su evolución como panelista deportiva.
A pesar de que en su infancia, Camila se miraba en un futuro como arquitecta, ingeniera e incluso doctora, su gusto y conocimiento por el deporte la llevó a donde menos se lo esperaba: a trabajar en medios de comunicación.
“Nunca me vi en televisión o radio. Era súper penosa”, confiesa la joven de 28 años. Sin embargo, la oportunidad le llegó mientras estudiaba la carrera de Economía y Negocios, a sus 19 años, y no dudó en aprovecharla.
En el 2015, su profesor, Ramón Candel, le mencionó que un canal buscaba una presentadora deportiva y, ya que ella siempre andaba informada en ese campo, la animó a que hiciera la prueba. Fue así como empezó a desenvolverse en el mundo del deporte en canal 33, para luego pasar a TVX, donde incluso aprendió a trabajar en el área de producción.
Y es que su gusto por el deporte surge desde pequeña. “Mi gusto viene desde que tengo memoria. Mi papá influyó mucho porque me sentaba con él a ver fútbol. Cuando vio que me gustaba, me sentaba a ver básquet, baseball, fútbol americano y me enseñaba las reglas y cómo funcionaba cada uno”, explica.
Sin embargo, incursionar en un rubro dominado por hombres no ha sido fácil. Camila explica que, tanto al aire como en redes, uno de los retos más difíciles que ha tenido que afrontar es la credibilidad.
“Ya me ha pasado con entrevistados que, al hacer una pregunta, me han dicho que yo nunca he estado en un equipo, que no sé nada de cómo se vive ´una interna´… y lo chistoso es que he estado hasta en selección nacional. De igual forma, en redes pasan los típicos comentarios que por ser mujer no sé nada, que me regrese a la cocina o cuestionan las razones por las que estoy adonde estoy”, indica la joven salvadoreña.
No obstante, los comentarios negativos no la han detenido a seguir haciendo lo que le gusta. Al contrario, la han motivado a salir adelante. Desde su primer programa hasta ahora, Camila reconoce que ha tenido una evolución “tremenda”.
La soltura, el manejo de temas, el condensar sus intervenciones, la preparación previa y una mejor comprensión de cómo se mueve cada deporte es lo que ha aprendido en estos años dentro del rubro deportivo.
Gracias a su determinación y profesionalismo, Pencho Duque la contactó, justo en el momento que egresó de la carrera de Comunicaciones, para que formara parte de un proyecto que se iba formando: la Tribu FM.
“Me encanta que aquí puedo mostrar otra faceta, algo fuera del deporte. Es un programa que te permite ser un poco menos seria (ríe). Aquí puedo ser un poco más relajada, un poco más la Camila que soy fuera de televisión, un poco más irreverente”, relata.
A su faceta de comunicadora se les suman sus hobbies: leer, dormir y romper un poco la rutina al ir a la playa o a pasear a un pueblo. Asimismo, le gustaría empezar algo que tenga que ver con diabetes, como usar sus redes para educar a la gente sobre esta enfermedad.
Al pedirle un consejo para las mujeres que están buscando sobresalir en lo que les gusta, Camila expresa: “Que encuentren su pasión. Si querés sobresalir en algo, te tiene que apasionar. Si lo que hacés no te mueve cada fibra y parte de vos, no va a ser sostenible y a los primeros retos que encontrés vas a dejarlo ahí. Cuando encuentren su pasión, visualicen adónde quieren llegar; pónganse metas en corto, mediano y largo plazo y nunca dejen de soñar y trabajar por eso que desean”.
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