En 2023, un total de 69,386 estudiantes de educación media se sometieron a la prueba AVANZO, y se enfrentaron a 120 ítems o preguntas, 30 por cada materia fundamental. La materia con la cantidad de aciertos más bajas fue matemáticas con 13.56, según el Informe de Resultados AVANZO 2023, publicado por el Ministerio de Educación (MINED). 

Los resultados de la prueba AVANZO, la cual es aplicada a los estudiantes de bachillerato desde 2020 en lugar de la llamada Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES), no son presentados en la usual base 10, a la cual estamos acostumbrados los salvadoreños. 

El MINED, en su lugar, ha decidido mostrar los resultados en cantidad de aciertos o porcentaje de aciertos, pero no juntos, lo cual hace difícil hacer comparaciones con los resultados de años anteriores o la comparación entre materias en un mismo año. Los resultados, además, no están separados entre el sector público y privado. 

Lea más: Gobierno reporta nueva caída en nivel de logro superior en la prueba AVANZO

A LA BAJA
En el informe de 2023, se consigna: “En cuanto al promedio de aciertos global, se obtiene un valor de 58.21. Esto indica que, de los 120 reactivos, los estudiantes en promedio responden correctamente a menos de la mitad.”

La cantidad de aciertos con base cien sería 48.4%, y llevado a base 10, sería 4.8. En 2022, el promedio global de aciertos fue de 51.14, pero los ítems o preguntas evaluados fueron 100 en lugar de 120, lo cual, en términos porcentuales, sería 51.1 % o 5.1 con base 10. 

En 2023, sobre las cuatro materias en particular, se añade: “Se observa que Lenguaje y Literatura es la asignatura en la que los estudiantes tienen un mejor rendimiento en comparación con las demás. Por otro lado, Matemática muestra el rendimiento más bajo, con un promedio de aciertos de aproximadamente 13.56”. 

Esta conclusión, en comparación al de 2022, fue casi un calco, ya que en este último año se señalaba: “La asignatura de Lenguaje obtiene un promedio mayor de aciertos a nivel nacional en relación con el resto de asignaturas; a diferencia de Matemática, que presenta la menor cantidad de aciertos”. 

En los informes de ambos años se presentan resultados por materia en una dimensión teórica y otra cognitiva. La primera “determina saberes esperados a partir de ejes temáticos”, y la segunda “permite la puesta en práctica de habilidades del pensamiento para resolver problemas y generar nueva información”.

En matemática, se evaluaron ocho dominios, y en siete, el porcentaje de aciertos está por debajo del 50 %. Y los dominios con el resultado más bajo son razonamiento, geometría analítica y estadística. 

“Revisando en general el comparativo de la prueba AVANZO, creo que antes de dar una valoración académica, es necesario considerar algunas reservas que se tienen a la prueba”, dice Jeser Candray, máster en Educación Matemática y docente de la Universidad Francisco Gavidia. “El Ministerio de Educación sigue sin detallar cómo se elabora ni cómo se califica, más allá de ser una prueba en línea”, agrega. 

“Y en el caso específico de matemática, debemos recordar que desde 2018 se está aplicando el nuevo Programa de Estudios llamado ESMATE, y esto presentó algunas modificaciones al currículo, especialmente en bachillerato, donde se retiró mucha parte de estadística y probabilidad, y se introdujo más álgebra, funciones y geometría analítica”, explica Candray. 

“Yo creo que más que la nota, es de preguntarnos cómo estos resultados nos ayudan a mejorar el currículo, a mejorar la formación docente, de estudiantes, de ciudadanos”, cuestiona el académico. “Al final lo que nos interesa es que tengamos buenos ciudadanos y uno de los objetivos de tener una prueba estandarizada es para evaluar al sistema, si la inversión que hacemos como país (casi un 25% del presupuesto nacional), se está utilizando bien o en qué podemos mejorar”, agrega. 

“Por lo general, las áreas de Ciencias y Matemática no han sido de los mejores resultados ni en PAES ni en AVANZO. Sin embargo, es notable la caída de las calificaciones en los años post pandemia”, señala Claudia Corcio de Beltrán, docente de la Escuela de Matemática y coordinadora del Profesorado en Matemática de la Escuela de la Universidad de El Salvador.

“Los procesos de enseñanza aprendizaje sufrieron demasiados cambios, para los cuales no estuvimos y creo aún no estamos aptos”, reflexiona la profesional. “La virtualidad no es para todos y en matemática muchos procesos de aprendizaje no se logran realizar a plenitud”, agrega.