
El Socorro Jurídico Humanitario brindó un informe sobre las 380 muertes de privados de libertad que registra la organización desde que comenzó el régimen de excepción en El Salvador.
Yeferson y Gerber salieron con insuficiencia renal crónica. Estuvieron en el penal de Izalco. Yerferson murió a los cinco meses y Gerber está ingresado en el hospital ya que sigue grave después de tres meses de ser liberado.
Este jueves 27 de marzo el Socorro Jurídico Humanitario (SJH) presentó un informe sobre las muertes de personas capturadas durante el régimen de excepción y detalló que el penal de Izalco, al que llaman "centro de tortura y muerte", ha presentado un patrón, pues la mayoría en ese lugar fallecen producto de insuficiencia renal.
Ingrid Escobar, directora del SJH, indicó que el patrón identificado tiene entre sus características que los reos son personas jóvenes que entraron sanos al recinto, fueron víctimas de golpes, fueron diagnosticados con enfermedades al año de estar encarcelados y la más común es la insuficiencia renal crónica.
“Identificamos un patrón que está sucediendo en el penal de Izalco. Tenemos nueve muertos de insuficiencia renal. La insuficiencia renal es un patrón identificado en Izalco”, aseguró la defensora de derechos humanos.
Entre los ejemplos que citó está el de Yeferson Yohaldi Campos Mendoza, quien luego de estar dos años detenido en Mariona fue liberado, pero murió 5 meses después.
“Regresó a su casa prácticamente moribundo”, detalló el SJH cuando fue liberado. Yeferson no mejoró por la gravedad de la insuficiencia renal crónica que presentaba.
De acuerdo al informe del Instituto de Medicina Legal, él murió “por falla multiorgánica o sepsis, debido a las diálisis que era sometido por insuficiencia renal”.
Junto al ejemplo de Yeferson hablaron de Gerber, quien fue liberado hace tres meses, y que está ingresado en el hospital porque padece insuficiencia renal crónica.
Y aunque entre las causas de la insuficiencia está la falta de agua, solo esta no provocaría que esta enfermedad esté en etapa 5, como ocurre en los casos que están registrando.
Un forense de la Relatoría Especial de Ejecuciones Extrajudiciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le manifestó al Socorro Jurídico Humanitario que las golpizas puede ser otra razón para ocasionar una insuficiencia renal crónica. Y agregó que esto “coincide” con lo que denuncian de ese penal, que todos los reos son golpeados cuando ingresan.
Estos nueve casos ya fueron presentados a dicha Relatoría y esta ya solicitó un informe al Estado salvadoreño, pero aún no hay respuesta.
En el informe presentado por Socorro Jurídico registran 370 muertes desde el 3 de abril hasta el 15 de marzo de 2025. Sin embargo, después de esa fecha, contabilizaron 10 muertes más, siendo un total de 380 víctimas.
Según las muertes por año, durante 2022 registraron 113; en 2023, 123; 2024 con 114 casos y entre el 1 de enero y 26 de marzo, 30 víctimas.
Sin embargo, aseguran que son más de 1,000 las que podrían ser, ya que hay familias que aún no se atreven a denunciar, y otras que no saben que sus familiares están enterrados en fosas comunes.
De acuerdo a la información procesada, aproximadamente el 37% fueron muertes violentas, en pocos casos se hizo la debida inspección ocular policial y reconocimiento por delito de ´homicidio´, ya que la PNC-FGR-IML a pesar que los cuerpos presentaban señales de violencia les colocaron el supuesto delito ´sobreaveriguar muerte´(para no ser contabilizados como homicidio y no ser investigados como tal, encubriendo a los autores)”, dijo Escobar.
Según los casos atendidos por SJH, hubo cuerpos que los entregaron en ataúdes cerrados, “pero a pesar de eso, los abrieron y descubrieron que los cuerpos presentaban señales de violencia y tortura”, manifestó la organización.
Por testimonios de reos liberados con medidas sustitutivas el SJH se ha enterado que los enfermos son atendidos hasta que están “graves” o “al borde de la muerte” y es cuando son llevados a los hospitales y ya no regresan.
En los hospitales se han registrado 226 muertes, y los que más víctimas reportan son el Jorge Mazzini de Sonsonate, con 85; San Juan de Dios de Santa Ana, con 59 casos; mientras que el hospital Zacamil de San Salvador tuvo 25 víctimas.
“La proliferación de enfermedades graves en los centros penales es preocupante y la atención médica casi inexistente, debido a la gran cantidad de internos; hay padecimientos de insuficiencia renal, tuberculosis, neumonías, hipertensión, desnutrición, escabiosis, hongos, diabetes, entre otros padecimientos graves, que de no ser tratados, habrá una epidemia de fallecidos en un futuro cercano”, denunció Ingrid Escobar.
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