Ricardo Alfaro, experto en políticas de medio ambiente, señaló que es necesario que El Salvador implemente medidas de prevención ante desastres ambientales y de la participación del país en la COP 29 en los próximos días.
El investigador independiente y experto en política medio ambiental, Ricardo Alfaro, señaló que El Salvador está implementando proyectos innovadores como la instalación de una planta de biogás en el río Acelhuate o la búsqueda de producción de energía nuclear, pero reiteró que es necesario que se implementen políticas de prevención de riesgos ambientales. El experto también señaló que en El Salvador la minería metálica genera contaminación, por lo que el país no puede seguir comprometiendo sus suministros de agua.
Cuando hablamos de energía en El Salvador, tenemos dos aspectos a mencionar: uno es la producción y el segundo es la distribución. A nivel de distribución en El Salvador todavía se cuenta con zonas a la que no se tiene acceso al tendido eléctrico esto principalmente en la zona rural, pero la estrategia actual es que estamos buscando una diversificación y nos hace cuestionarnos por qué. El Salvador primordialmente ha usado energía hidroeléctrica para abastecer las necesidades de su población, pero al mismo tiempo que comenzamos a notar un cambio en la ruta del Gobierno así también como en la visión internacional -y me refiero principalmente a transición energética- estamos buscando diferentes métodos para mejorar nuestra producción, pero no tenemos una inversión particular en uno de ellos.
La viabilidad del proyecto es algo que debo reconocer, que ha sido muy buen paso de parte de lo que el Gobierno y el financiamiento de este, como es bien sabido, viene de parte de la cooperación, específicamente son los países árabes, quienes están financiando este proyecto y tiene dos puntos claves. Uno, hablamos de la contaminación: la idea es comenzar a generar energía mientras se limpia el río Acelhuate. A nivel de producción eléctrica, lo que va a generar esta planta no es un porcentaje significativo para la necesidad energética del país, pero esto lo compensa por su impacto ambiental en limpiar el río.
En la región planta de biogás como tal han funcionado, cuando hablo de región me refiero a Latinoamérica extenso, han dado resultados. Como digo, el biogás no es una fuente que genera un gran impacto para la diversificación, pero sí genera resultados. Para su ejecución lo que necesitamos como la mayoría de nuestros proyectos es recursos, no solo recursos económicos si no también recurso humano, aquí quiero enfatizar que es el mismo desafío que vemos con la planeación nuclear de El Salvador. ¿Por qué? vemos una disminución en lo que es la inversión educativa de El Salvador, pero al mismo tiempo estamos generando proyectos que demandan profesionales de alto nivel, profesionales en materia de ingeniería ambiental, de distribución energética, pero estos profesionales ahorita no se están cosechando en el país y tampoco hay un plan para cosecharlos; entonces, ¿cuál es la dificultad que tenemos? vamos a tener una planta de biogás, pero ¿quién la va a gestionar? ¿va a ser talento salvadoreño o va a ser talento extranjero? Hasta este momento el talento salvadoreño no se ha desarrollado para poder gestionar estas plantas.
En palabras simples cómo funciona la energía nuclear: por ejemplo, si tenemos un material que irradia, se encapsula la radiación de esta y hace que genere un efecto de rebote, este efecto de rebote encapsulado en una planta de fusión es lo que nos genera energía. ¿Cuáles son los riesgos que vemos? No es para sorpresa de nadie que El Salvador es un país muy vulnerable con una escala de 6 a 7 de vulnerabilidad en lo que es riesgo climático. Estamos hablando de un país con huracanes, de un país propenso a terremotos y también un país con una gran presión a nivel de nivel hidro, ¿qué quiere decir esto? ¿Por qué menciono esto? Porque para que una planta nuclear funcione efectivamente requiere de la absorción de recursos de agua, consume una cantidad que es enorme y si no tenemos esos recursos para proporcionarlos a la población, ¿cómo vamos a proporcionarnos a una planta?. Ahora hay beneficios, por supuesto que sí, la producción energética de una planta nuclear tendría un impacto altamente significativo en la necesidad energética del país, liberaría la presión que tienen ahorita nuestras plantas hidroeléctricas.
Necesitamos una inversión en infraestructura que supera las capacidades económicas de nuestro país en este momento, necesitamos la formación de personal capacitado para el manejo de estas, así también como un monitoreo con indicadores y aquí hago énfasis a los indicadores de cuál es el impacto que tendrá en la región la existencia de esta planta nuclear.
No solo a nivel ambiental, sino también al nivel de absorción de recursos para comunidades aledañas, estos son proyectos que requieren una gran cantidad de recursos, no solo para construirse, sino que también para mantenerse.
Desde el momento que hablamos de licencias en plural, nos estamos metiendo en un problema. Tenemos que asegurarnos que tendremos un ente regulador, una entidad que sea la encargada de producción de energía y que en este momento esa entidad no existe en el país.
En materia ambiental, el principal reto que tiene es que hemos detectado las necesidades a partir del daño que estas ya han ocasionado. ¿Por qué estamos priorizando el río Acelhuate y el río Lempa? Porque vemos que las comunidades aledañas ya están teniendo un problema en su salud a causa de la contaminación de los ríos. Hago énfasis en esto porque ahorita estamos con una política ambiental completamente reactiva desde el momento que detectamos un problema desde el momento que ya se desarrolló, las consecuencias de este problema es en el momento que actuamos, y en política ambiental esto no da buenos resultados. Esto es mitigación pura y no tenemos ninguna política de prevención, al contrario, estamos autorizando más extracción de recursos no solo en materia de reducción de bosque, de producción de arena, todo lo que se necesita para lo que es el desarrollo de la infraestructura en El Salvador que es una apuesta que vemos. Se percibe en la capital este desarrollo de infraestructura pero no vemos una compensación de lado ambiental, entonces ¿cuáles son los desafíos que vamos a tener con este proyecto? Uno, no van a haber indicadores para medir cuál será el resultado posterior; dos, se hará una campaña para limpiar el río, pero no para mantenerlo a futuro mientras continuamos con políticas contradictorias por el lado de permisos de construcción.
El Salvador tiene un historial de lucha contra la minería, hemos visto comunidades levantarse ante esta política y tenemos que preguntarnos ¿por qué se levantan? ¿Qué genera? ¿Cuál es la preocupación de ellos? Ellos conocen muy bien esa preocupación que es la minería que genera un impacto en el nivel de contaminación de ríos y mantos acuíferos enormes, un impacto que El Salvador no puede darse el lujo de tener en este momento tenemos nuestros acuíferos comprometidos. No hay que ir muy lejos, sabemos que el suministro de agua potable de ANDA para diferentes comunidades se ve cortado constantemente por falta del recurso en sí, ahora imaginemos qué pasa si continuamos contaminando el recurso... ya estamos bajo una presión, vamos a simplemente empeorar.
El Salvador en dos semanas estará negociando su compromiso ambiental, tenemos la COP 29 que es la Conferencia de las Partes de parte de Naciones Unidas y los desafíos continúan siendo los mismos: uno, el nivel de deforestación en el país aumenta; dos, la biodiversidad se ve afectada en El Salvador a causa de la extracción de recursos de manera irresponsable, aparte del otorgamiento arbitrario de permisos en materia de construcción, así como extracción de estos mismos recursos; y tres, que continúan enfatizando la presión para los suministros de agua en El Salvador. Es grave para nuestro país.
Mensaje de response para boletines
Comentarios