Según datos oficiales obtenidos por ORMUSA, entre 2018 y 2022 solo el 5.5 % de los delitos de violencia contra la mujer denunciados en El Salvador lograron una condena.
Datos del Gobierno confirman que solo una de cada 18 denuncias por hechos de violencia contra la mujer terminan en una sentencia condenatoria para el agresor. Archivo LPG
Entre 2018 y 2022, las autoridades de El Salvador recibieron la denuncia de 114,001 delitos de violencia contra la mujer, pero solo 6,230 de estos hechos -apenas el 5.5 % del total- terminaron en una condena penal para los agresores, de acuerdo con datos del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP), obtenidos por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA).
En estas estadísticas se incluyen las muertes violentas, la violencia sexual, física, patrimonial, trata de personas y otros delitos contemplados en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV). De estas denuncias, 9,695 fueron sobreseimientos definitivos y 118,062 fueron salidas alternas.
“Estamos viendo que las mujeres que rompen el silencio de alrededor de 10,000 procesos de violencia familiar al año, solo entre un 4 y un 6 % logran condena. Es decir que el 97 % de los casos están teniendo un favorecimiento a la impunidad, el mensaje este puede ser porque nadie va a pagar por ello”, dijo Silvia Juárez, Coordinadora del Programa "Hacia una vida libre de violencia para las mujeres", de ORMUSA.
La organización destacó el caso de un hombre agresor del departamento de La Paz que tenía 37 medidas de protección a nivel nacional, producto de denuncias de varias víctimas, lo que demostraba “un nivel manejado con alta impunidad”.
Según los datos oficiales, las muertes violentas obtuvieron el mayor porcentaje de condenas. Entre 2018 y 2022 hubo 951 denuncias, de las cuales 643 recibieron una sentencia condenatoria, lo que equivalió al 67.6 % del total.
Pero en otros hechos de violencia, las condenas no representan ni una cuarta parte de los casos. La violencia física reportó el mayor volumen de denuncias, con un total de 34,718 en el periodo analizado, y solo el 1.33 % terminó en sentencia condenatoria.
La violencia patrimonial fue el otro delito más denunciado, con 30,450 casos, pero apenas el 2.33 % de los agresores fueron condenados.
La proporción de sentencias condenatorias ascendió a 14.7 % en violencia sexual, a 7.4 % en el caso de la trata de personas y los otros delitos LEIV no alcanzaron ni el 1 % y se ubicaron en 0.86 %.
Citando datos gubernamentales, ORMUSA destaca que cada año se registra un promedio de 11,756 procesos judiciales por violencia intrafamiliar y en el 82 % de estos casos las víctimas son mujeres.
Basándose en datos de un estudio del proyecto Info Segura, de Naciones Unidas y el sector justicia, la organización denuncia un incremento de la violencia machista dentro de relaciones de pareja y en el hogar, es decir, en espacios donde las mujeres deberían sentirse seguras. Paradójicamente, en estos ámbitos hay “mayor victimización letal”.
El estudio de Info Segura abarca más de un año de régimen de excepción, desde 2022 hasta septiembre del año pasado, y reporta un descenso del 91.3 % en la delincuencia general, pero un incremento del 116 % en lo que llama "intolerancia familiar", que es violencia intrafamiliar.
Además, ORMUSA señaló que en 2022 la Fiscalía General de la República (FGR) recibió 11,093 procesos de violencia intrafamiliar, pero solo retomó 877, el 8 % del total. De esos, apenas 12 agresores, es decir, el 1.37 %, obtuvieron condenas penales.
“Tendríamos que revisar como Estado nuestras políticas de tolerancia a la violencia. Si a mí me agrede un hombre con quien no tengo una relación, el Estado le va a dar un tratamiento; pero si ese hombre es el padre de mis hijos, el tratamiento cambiará drásticamente y es muy probable que haya un favorecimiento a la impunidad”, aseguró Juárez.
ORMUSA explicó que el tipo de victimarios identificado en los casos de violencia intrafamiliar no son alcohólicos, adictos a drogas o con trastornos psiquiátricos. “Son esos denominados 'hombres normales', los que fueron mayormente agresores de las mujeres”, dijo Juárez.
De acuerdo con los perfiles de los 4,431 hombres que ejercieron violencia contra mujeres entre enero y junio de 2022, un total de 2,757 estaban sobrios cuando atacaron, 1,451 estaban alcoholizados y 119 estaban drogados. Otros 15 padecían un trastorno psiquiátrico.
Además, según el Instituto de Medicina Legal (IML), en la mayoría de los casos de violencia sexual contra mujeres reportados entre 2016 y 2018, los agresores eran parejas, exparejas, parientes sanguíneos, parientes por afinidad, familiares y conocidos de las víctimas.
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