Además de desfilar, hace música; es dueña de una belleza bien personal y la eligen firmas de lujo como Louis Vuitton, Valentino y Coach.
En coincidencia con el retorno de la mayoría de las marcas de moda a los desfiles presenciales, y tras al menos un año y medio de producciones digitales, la modelo argentina Imán Kaumann sobresalió en la presentación de la nueva temporada de las grandes ligas de la moda internacional. Además de la participación en la fashion week de Nueva York con la firma norteamericana Coach, también desfiló para Valentino y Louis Vuitton en la semana de la moda de París.
Magnética, tal cual lo indica su nombre, así se la vio, enfundada en un amplio vestido amarillo, con el que desplegó estridencia en la pasarela urbana montada en Le Carreau du Temple, donde Pierpaolo Piccioli mostró Rendez-Vous y revisitó el archivo de la empresa italiana creada hace más de 60 años.
Luego hizo lo propio para la casa comandada por Nicolas Ghesquière en el Pasaje Richelieu del Museo del Louvre, donde se presentó la propuesta ready to wear con referencias a tipologías antiguas (miriñaque y capa) en diálogo con pantalones en denim y chaquetas tipo smoking.
En esta ocasión, apareció ataviada con un saco de cuero negro, un mini vestido brillante, gafas con lentes rojos y un clásico baúl con el monograma de la marca.
“Me sentí identificada con toda la estética, por eso lo disfruté tanto, y la música, muy cinematográfica, como de suspenso, hizo que me metiera en el personaje”, expresa Imán desde la capital gala. “Además, al haber sido en el Louvre, con esas arañas colgantes, era como estar en una película de vampiros, ese desfile era para mí”, añade.
Y si bien la modelo de 21 años, recién cumplidos, ya había trabajado en Europa (para Miu Miu y Dries Van Noten) y en Japón, lo cierto es que estas participaciones adquieren otra magnitud al estar entre las más comentadas de esta edición 2021.
La de Valentino, por la puesta en valor que su director creativo hace de la marca y el apoyo explícito a las personas que trabajan en la firma; y en el caso de Louis Vuitton, porque no solo se trató de la colección que consagró a Ghesquière al frente de la legendaria compañía francesa, sino que el evento en sí también fue noticia al ser interrumpido por una ambientalista con la consigna: “Overconsumption = Extinction” (“Sobreconsumo igual Extinción”).
“La presentamos a un board internacional; en París y Nueva York trabaja con Supreme, en Milán con Women y en Londres con Established”, comenta Lorena Ceriscioli, ex modelo y dueña de Lo Management, la agencia que representa a Imán en Argentina. “Viajó para participar en los castings de las fashion week y así fue elegida por Coach, Valentino y LV, entre otras”, agrega.
¿Cómo es trabajar en un escenario en el que comienzan a ponerse en discusión los parámetros de lo bello, los modos de producción y también de la publicidad? “Creo que la moda es una industria en movimiento, y la belleza es la pulsión que nos dispara la mayoría de nuestras sensaciones, sean sensoriales o intelectuales, lo rígido quedó fuera de registro”, reflexiona.
“Me encanta este nuevo contexto, donde lo más importante finalmente está en el ‘adentro’”, indica Ceriscioli.
Hasta acá, Imán ya lleva seis años trabajando como modelo: realizó campañas publicitarias y también desfiló para las semanas de las moda locales, entre otras para la presentación de la colección primavera-verano 2021 de Kostüme que la tuvo como protagonista del fashion film con el que la marca celebró su 20° aniversario. Además hizo producciones para Romina Cardillo, diseñadora de Nous Etudions y Min Agostini.
“Mis padres siempre estuvieron vinculados con el arte y la moda, para mí es un lugar para comunicar y expresarse, también muy lúdico”, explica y reconoce que ansía poder vestir alguno de los diseños realizados por su mamá, Miuki Madelaire, creadora icónica de los años 90 y pionera en el surgimiento del diseño de indumentaria en Buenos Aires.
“Me gustaría hacer algún show y aprovechar ese vestuario teatral para video clips y proyectos personales”, comenta sobre las prendas legadas por su madre, mientras continúa estudiando canto (orientado al jazz y lírico), piano y producción. Criada en un ambiente musical sobre todo por parte de su familia paterna, este año lanzó su single “Suena el viento” y prepara su primer disco para el 2022.
“Desde su nacimiento, ya me di cuenta que era pura luz, como si fuese una lamparita encendida, y su nombre, Imán, imantada, también tiene que ver con Iemanjá, la diosa del mar y la feminidad”, esgrime Madelaire sobre su hija.
Y el tándem se completa con la destacada artista Iara Kaumann, hermana mayor de la modelo, quien incluso fue la artífice para que ella hiciera sus primeras poses ante una cámara fotográfica. “Las dos son fanáticas del prerrafaelismo, de lo gótico, lo romántico, son personas que aman el bien”, sintetiza.
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