Los “electrones asesinos” son partículas altamente veloces, que se mueven a una velocidad cercana a la de la luz y cargan grandes cantidades de energía.
Investigadores de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, revelaron un estudio nuevo que detalla el descubrimiento de un tipo de electrones de alta energía, conocidos como “electrones asesinoshttps://www.laprensagrafica.com/espacio-exterior-t235441”, que circulan alrededor del planeta como resultado de los rayos en la Tierra.
Este hallazgo, que expone un vínculo inesperado entre los fenómenos atmosféricos terrestres y el clima espacial, plantea posibles riesgos para la seguridad de los satélites y los astronautas en órbita.
El equipo científico observó que estos electrones, habitualmente atrapados en el cinturón de radiación interior de la Tierra, pueden verse liberados cuando las ondas de radio generadas por un rayo alcanzan la magnetosfera, la barrera magnética que protege al planeta.
Este cinturón, conocido también como cinturón de Van Allen, es una región cargada de partículas energéticas que se mantienen estables bajo la influencia de la magnetosfera. Sin embargo, el estudio revela que los eventos atmosféricos en la Tierra, como los rayos, pueden alterar esta estabilidad.
Los “electrones asesinos” son partículas altamente veloces, que se mueven a una velocidad cercana a la de la luz y cargan grandes cantidades de energía. Cuando estas partículas atraviesan la barrera de protección de un satélite, pueden generar pequeños “rayos” internos que dañan componentes sensibles y, en casos extremos, desactivar los sistemas. Para los astronautas, el contacto directo con estos electrones supone un riesgo considerable, con un potencial efecto letal debido a la radiación.
El descubrimiento fue posible gracias al análisis de datos del satélite Explorador de partículas solares, anómalas y magnetosféricas (SAMPEX) de la Nasa.
Al revisar registros de este satélite, los investigadores notaron picos inusuales de electrones de alta energía en el cinturón interior. Al cruzar estos picos con registros de rayos en América del Norte, encontraron una correlación entre los rayos y los aumentos de electrones, los cuales ocurrían aproximadamente un segundo después de cada impacto de rayo en la Tierra.
Este fenómeno se produce cuando las ondas de radio de los rayos alcanzan los cinturones de radiación, liberando electrones que empiezan a "rebotar" entre los hemisferios norte y sur. En cuestión de segundos, algunos de estos electrones caen en la atmósfera, generando una "lluvia de electrones" que, según los investigadores, desafía la creencia de que el cinturón de radiación interior era una región predecible y estable.
Aunque los científicos aún desconocen la frecuencia exacta de esta “lluvia de electrones asesinos”, una hipótesis es que el fenómeno se intensifica durante los periodos de alta actividad solar. En esos momentos, el Sol envía más partículas energéticas hacia la magnetosfera, reponiendo los cinturones de radiación y posiblemente intensificando estos flujos de electrones.
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