El Ejército israelí aseguró que este material gráfico, editado para mostrar los abusos a los que son sometidos cinco hombres encapuchados, fue hallado en la Franja de Gaza durante la actual guerra, en la que ya han muerto más de 43,600 gazatíes.
El Ejército de Israel, que durante la guerra en Gaza ha maltratado a personal médico y gazatíes detenidos según organizaciones de derechos humanos, difundió este domingo vídeos de cámaras de seguridad en los que supuestos miembros de Hamás maltratan a palestinos en la Franja de Gaza en interrogatorios entre 2018 y 2020.
En los vídeos difundidos por el Ejército, cuyo contenido no ha podido ser verificado por fuentes independientes, se ve a gazatíes interrogados por Hamás de forma abusiva -con la cabeza cubierta por bolsas, atados a cadenas y siendo golpeados-, identificados por Israel como opositores a los islamistas.
"Los materiales descubiertos exponen los métodos brutales de Hamás para interrogar a civiles, violar los derechos humanos y oprimir sistemáticamente a residentes sospechosos de oponerse al gobierno de la organización", indicó el Ejército en un comunicado.
Como ya denunció Amnistía Internacional en 2015, el aparato de seguridad de Hamás es notoriamente conocido por secuestrar, torturar e incluso, ejecutar de forma extrajudicial a gazatíes acusados de "colaborar" o de espiar para Israel.
El Ejército aseguró que este material gráfico, editado para mostrar los abusos a los que son sometidos cinco hombres encapuchados, fue hallado en la Franja de Gaza durante la actual guerra, en la que ya han muerto más de 43.600 gazatíes.
"Estos materiales revelan los métodos que utilizan las organizaciones terroristas de Hamás para gobernar la Franja de Gaza, imponer el terror, dañar a los civiles vulnerables de Gaza y violar su libertad de expresión", agrega.
En esta ofensiva bélica, investigaciones de Human Rights Watch (HRW), Amnistía, la ONG israelí B’Tselem, o del diario liberal israelí Haaretz, han demostrado que las tropas israelíes han abusado de forma sistemática y en ocasiones hasta la muerte, de personal médico y de otros presos gazatíes, muchos de ellos aún en paradero desconocido.
Según denunció Haaretz a mediados de junio, el Ejército israelí ya estaba entonces investigando 36 muertes ocurridas en su centro de detención de Sde Teiman, dos en el de Anatot y la muerte de otras dos personas de camino a otro centro; sin incluir a los gazatíes muertos en prisiones administradas por el servicio penitenciario.
A finales de julio, nueve militares reservistas israelíes, de ellos solo cinco fueron puestos en prisión domiciliaria, fueron detenidos por sodomizar con una barra a un preso palestino en Sde Teiman, en lo que algunas voces israelíes pidieron que se instaurara como práctica de castigo.
B’Tselem denunció palizas, pobres condiciones higiénicas, incomunicación, abusos sexuales o privación de alimento y sueño en las prisiones israelíes, según entrevistas con 55 presos palestinos -casi todos sin cargos-, y concluyó en un informe en agosto que el caso de Sde Teiman no es una excepción, sino la regla.
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