La inmigración, la inseguridad, incluido el narcotráfico, y las relaciones con China podrían marcar la agenda del nuevo gobierno estadounidense con El Salvador, Guatemala y Honduras, según especialistas.
Son tres los grandes desafíos que marcarán las relaciones entre el nuevo gobierno de Estados Unidos con El Salvador, Guatemala y Honduras, según los analistas: la inmigración, el narcotráfico y la inseguridad, y las relaciones de la región con China.
De los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica son El Salvador y Honduras los que mantienen relaciones diplomáticas y comerciales con China. Guatemala, por su lado, no reconoce el lema de “Una sola China” y mantiene sus nexos con Taiwán.
En cuanto a la migración, los analistas coinciden en que se esperan acuerdos de “tolerancia cero”, pues, durante la primera administración de Trump, El Salvador, Guatemala y Honduras firmaron pactos que obligaban a los migrantes a solicitar asilo a ellos antes de hacerlo en la frontera sur estadounidense.
En cuanto al narcotráfico, Guatemala y Honduras serán, principalmente, los grandes retos, porque ambos son considerados importantes rutas del narcotráfico y porque hace dos meses Honduras canceló el tratado de extradición con Estados Unidos. Ello impacta a casos de alto impacto ligados a la narcoactividad.
El Salvador
El presidente salvadoreño Nayib Bukele parece ser el mandatario centroamericano más interesado en estrechar lazos con Trump: Bukele fue uno de los primeros líderes en felicitarlo por su “contundente victoria”, y por "la importancia que tiene su elección para el mundo", le dijo en una llamada telefónica.
Según los expertos, la migración, la extradición de pandilleros fundadores de la Mara Salvatrucha y las relaciones con China serán los principales puntos de la agenda de Trump con este país.
“La actitud estadounidense hacia los migrantes y la migración creará verdaderas situaciones de crisis personal para muchos centroamericanos y podrá también crear situaciones en las que los gobiernos de la región recibirán presiones domésticas para condenar el maltrato y la expulsión de sus nacionales”, dijo a la Voz de América el historiador Héctor Lindo Fuentes, profesor emérito en la Universidad de Fordham en Nueva York.
Bukele ya una vez firmó un acuerdo de “Tercer país seguro” con Trump, evitando enfrentamientos diplomáticos pese al discurso de tolerancia cero de Trump contra la migración ilegal.
Para el experto en relaciones internacionales Napoleón Campos, el tema de la Mara Salvatrucha podría saltar a la mesa: en 2019, Trump creó la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano cuyo propósito era desmantelar la estructura de la MS13.
Según dijo Campos a la VOA, Trump podría estar ahora muy interesado en que los 27 cabecillas fundadores de la pandilla, varios de ellos en poder del gobierno salvadoreño, sean extraditados. El Salvador se ha opuesto a esto desde 2021.
En cuanto a las relaciones con China, El Salvador es uno de los países que más acuerdos jugosos ha sacado de esta relación: la construcción de un estadio, una biblioteca y otros proyectos menores de infraestructura.
Para Lindo Fuentes, “los países centroamericanos han estado escuchando los cantos de sirena de la diplomacia china”, lo que en algún momento puede llegar a crear fricciones.
Guatemala
Este país también aceptó en 2019 un acuerdo de “Tercer país seguro” con Trump, que luego fue cuestionado por organismos de derechos humanos que señalaban que no reunía las condiciones para dar asilo a migrantes, al igual que sus vecinos.
Esta vez, el rumbo es incierto, según Lindo Fuentes, pues las anunciadas medidas Trump contra la migración ilegal generan incertidumbre no solo en el tema de las deportaciones sino en el impacto que podrían tener estas medidas en el flujo de remesas.
De no llegar a acuerdos, “(El impacto en las remesas) podría ser significativo y crearía problemas económicos en nuestros países”, agregó Lindo Fuentes a la VOA.
Según el Banco de Guatemala (Banguat), en 2023 los guatemaltecos recibieron $19,000 millones de dólares en remesas, principalmente desde Estados Unidos, una cifra récord.
“No debe esperarse una política favorable a los más de 10 millones de inmigrantes irregulares”, apuntó, por su parte, Jaime Rivas Castillo, especialista en temas de movilidad humana de la Universidad Don Bosco en El Salvador.
Para el analista, está por verse si Trump logra activar la máquina de deportaciones con suficiente fuerza para expulsar a la mayor cantidad de personas.
Otro tema clave con este país es el narcotráfico: a diferencia de El Salvador, Honduras y Guatemala han sido países señalados como rutas de interés para el narcotráfico en América.
Durante la primera administración Trump, Estados Unidos firmó convenios de apoyo económico a este país para la lucha contra esta criminalidad. Esta vez, durante su campaña, Trump prometió sanciones para los países que no combatan el narcotráfico.
Además, otro aspecto relevante, según analistas, es que con Trump desaparecerán las presiones diplomáticas que frenaban excesos autoritarios y abusos de derechos humanos.
“Esto será un problema particularmente serio para Guatemala, donde el presidente Arévalo perderá un apoyo importante. Incluso Costa Rica podría ver un debilitamiento de su espíritu democrático”, agregó Lindo Fuentes, por su lado.
Honduras
Ya Honduras sentó postura sobre los lineamientos de la nueva administración de EEUU con respecto a Centroamérica: “tenemos que adecuarnos a ellos y estar preparados para tomar decisiones”, dijo el canciller hondureño Enrique Reina a la VOA.
Sin duda, la inesperada decisión de Honduras de poner fin al acuerdo de extradición con Estados Unidos en septiembre de este año será un punto a retomarse en la agenda Trump, coinciden los analistas entrevistados, pues esto ha sido considerado un “retroceso” en la lucha contra el narcotráfico.
“La política contra el narcotráfico ya ha creado problemas a algunos países debido a los casos judiciales en contra de personas con alto perfil político, como en el caso de Honduras, y es de esperar que continúe la tendencia”, señaló Lindo Fuentes.
El fin del tratado fue una acción sorpresiva del gobierno hondureño como respuesta a los cuestionamientos de la embajadora de Washington en Tegucigalpa, Laura Dogu, sobre la visita de dos altos funcionarios hondureños a Venezuela para una reunión con el ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino, acusado de narcotráfico en Estados Unidos.
Honduras es uno de los centros de operaciones del narcotráfico más importantes entre Suramérica y México, debido a que “todas las ramas del gobierno y sus fuerzas armadas se encuentran plagadas de corrupción”, según InSight Crime, un portal que monitoriza el crimen en América Latina.
Y, también como sus vecinos, la migración será clave. De Honduras han salido importantes caravanas de migrantes en los últimos años hacia Estados Unidos.
“Yo creo que es factible que expulsen a unos 4, 5, 6 millones de inmigrantes en los próximos dos años, y con ello mostrarle al electorado, incluso al electorado latino, que ellos son capaces y van a honrar lo prometido”, anticipó Campos, por su parte.
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