Aunque muchas personas los consideran saludables, la ciencia advierte sobre su consumo.
Cada vez son más las personas que buscan alejarse del consumo de tabaco para mejorar y proteger su salud y la de los que los rodean. Desde la Organización Mundial de la Salud hablan de una “epidemia de tabaquismo” y la consideran como una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo.
La mayoría de las personas saben que fumar puede causar cáncer, advierte la Sociedad Americana del Cáncer, pero también señala que puede ocasionar otras enfermedades y puede dañar casi cada órgano del cuerpo, incluidos los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos, los órganos reproductivos, la boca, la piel, los ojos y los huesos.
Con el paso del tiempo, los avances en la tecnología y las nuevas modas, algunas personas que han decidido alejarse del tabaco de los cigarrillos convencionales han decidido optar por los cigarrillos electrónicos. Estos dispositivos producen un aerosol que se aspira, simulando el acto de fumar, mediante un líquido que no contiene tabaco pero sí nicotina, en dosis variables, y también muchas sustancias como propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes y aromatizantes, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud de Argentina.
Aunque los cigarrillos electrónicos tienen el potencial de beneficiar a algunas personas y de causarles daños a otras, los científicos todavía tienen mucho que aprender sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos para ayudar a los adultos a dejar de fumar, sostiene un comunicado de la Oficina sobre Tabaquismo y Salud de Estados Unidos.
En base a lo señalado, un estudio de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) se enfocó en las consecuencias para la salud de vapear con cigarrillos electrónicos. Lo primero que descubrieron fue una ralentización significativa en el flujo sanguíneo de la arteria femoral y, además, las venas transportaban menos oxígeno por lo que el impacto negativo en el organismo de las personas es inmediato.
“Si el consumo agudo de un cigarrillo electrónico puede tener un efecto que se manifiesta de inmediato a nivel de los vasos, es concebible que el uso crónico pueda provocar enfermedad vascular”, sentenció la doctora Marianne Nabbout, directora del estudio. Por lo tanto, su consejo es directo y conciso: “abstenerse de fumar y vapear”.
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