La detección de nuevos casos de VIH/sida se redujo 14.4 % el año pasado, según estadísticas del Ministerio de Salud. El 42 % de los casos se identificó en los hospitales.
Al cierre de 2023, el Ministerio de Salud (MINSAL) reportó 946 nuevos pacientes del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) en El Salvador y desde 1984 ya suman 41,618 casos notificados, de los cuales el 40 % se encuentra en fase avanzada, es decir, tienen síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Según el informe Medición del Gasto en Sida, elaborado por el MINSAL cada año, los nuevos casos de 2023 sumaron 946. En comparación con las cifras oficiales hasta 2022 obtenidas por el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos, esto significa una reducción del 14.4 %, puesto que el año anterior hubo 1,105 nuevos casos.
Al igual que en 2022, la mayor parte de los casos se concentró en cinco departamentos. El año pasado, San Salvador estuvo a la cabeza con 349 nuevos pacientes de VIH, equivalentes al 37 % del total. Le siguió La Libertad con 141 (15 %), Sonsonate y Santa Ana con 78 cada uno (8 %), y San Miguel con 71 (8 %).
Los datos del MINSAL también revelan que la tasa de notificación de casos continúa siendo más alta entre las personas del sexo masculino, superando tres veces a la del sexo femenino en 2023. "Hemos encontrado que desde el 2017 al 2020, la relación de casos nuevos entre hombre-mujer se mantuvo de tres casos en hombres por cada mujer y desde el 2021 al 2023 ha incrementado a cuatro hombres por cada mujer", aseguró la cartera de Estado. El MINSAL atribuyó el aumento a la intensificación en la búsqueda de casos entre la población de sexo masculino.
En cuanto a las edades, el 63.23 % de los nuevos casos de VIH se detectó en personas de entre 20 y 49 años, es decir, en este grupo etario hubo 786 nuevos pacientes. En el grupo de 50 a 54 años hubo hubo otro 5 %, equivalente a 47 casos, mientras que entre los 55 y 59 fue el 4 % (35) y en los mayores de 60 hubo 5 % (45).
Uno de los aspectos que destacó el MINSAL en su informe es que la mayor parte de los casos nuevos se está identificando en hospitales, tanto de la red pública como del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). "Esto nos indica que la población está buscando atención medica en los hospitales cuando inician con signos y síntomas", señaló el ministerio.
Isabel es una salvadoreña de 46 años y desde hace 23 padece síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), pero le ha ocultado el diagnóstico a la mayor parte de su familia para evitar la discriminación, dice. Por eso, para esta nota no se utiliza su nombre real.
“Nadie en mi familia sabe que tengo la enfermedad, solo mi esposo. Hace poco tiempo le conté a mi hija y ella lo tomó con calma”, explica. No tiene otro padecimiento más que el sida, dice, pero esto la obliga a mentir cuando debe ir al hospital, “para que no se den cuenta”.
En los últimos nueve meses, organizaciones que trabajan con pacientes de VIH/sida han percibido un aumento en casos de discriminación y desinformación, algo que atribuyen a la decisión que tomó el MINSAL en febrero pasado de retirar materiales que mencionaban a la población LGBTIQ+, incluyendo folletos informativos sobre la prevención y detección de enfermedades de transmisión sexual, como el sida.
“Desde finales de febrero que se giró la orden en el Ministerio de Salud, hemos estado monitoreando las atenciones que se les están brindando a la población de mujeres trans para evidenciar todas estas violencias que se están sufriendo a raíz, obviamente, de esta decisión tan arbitraria”, afirma Aranza Santos, presidenta de la junta directiva del Colectivo Alejandría, una organización que trabaja con la población LGBTIQ+.
La población LGBTIQ+ es clave en las estrategias de prevención del VIH/sida debido a que reporta mayores tasas de la enfermedad y también es más propensa a adquirirla, aunque cualquier persona puede contagiarse, afirma el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).
“Son prácticamente 10 años de lucha que han retrocedido en temas de prevención de VIH (...). Estos 10 años sirvieron para lograr una sensibilización en estos temas y lograr posicionar una salud digna para nuestras compañeras trans”, advierte Santos. Otoniel Ramírez, de la Red Centroamericana de Personas con VIH (REDCA+), comparte esa preocupación. “Estas medidas no van a anular la existencia de la comunidad LGBTIQ+ y de las poblaciones clave. Al tratar de anular eso, se legitima el estigma y el odio en contra de las personas con VIH y de otras poblaciones claves. La lucha de la comunidad LGBTIQ+ no es más que la lucha por la dignidad humana de las personas y que afecta el buen desarrollo de todos y todas”, afirma.
Según estudios realizados entre 2022 y 2024 por el Mecanismo de Coordinación de País El Salvador de lucha contra el VIH, tuberculosis y malaria (MCP-ES), el 9 % de las mujeres trans ha evitado recibir atención médica debido al estigma y discriminación relacionados con su orientación sexual, así como el 16.2% de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
La Asociación COCOSI, que trabaja con pacientes de VIH/sida, afirma que la orden del MINSAL también los obligó a suspender sus charlas en escuelas públicas. “Ya no podemos llevar esa información a todos los espacios. Trabajábamos con centros escolares con temas de salud sexual y reproductiva, diversidad sexual, derechos sexuales y reproductivos y ahora ya no lo podemos hacer”, dice Aracely Torres, de COCOSI.
El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida, establecido en 1988 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El lema de este año es “Sigamos el camino de los derechos”, para evidenciar el estrecho vínculo entre la prevención del VIH/sida y el respeto a los derechos humanos. “Las violaciones de los derechos humanos siguen impidiendo que el mundo acabe con el sida”, afirma Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
Isabel y María (nombres ficticios) son pacientes de VIH/sida en la Clínica de Atención Integral (CAI) del Hospital San Jerónimo Emiliani, de Sensuntepeque, en Cabañas, y también forman parte del grupo de apoyo del Comité contra el Sida (Asociación COCOSI).
Ambas señalan que hay mucha desinformación en torno a la enfermedad. Por ejemplo, contrario a lo que se se podría pensar, la vida con VIH/sida puede ser normal si se sigue el tratamiento médico y no se descuidan las citas mensuales.
“He tratado de llevar una vida plena. La enfermedad no me impide trabajar, soy emprendedora”, afirma Isabel. Para ella fue fundamental integrarse al grupo de apoyo de COCOSI, al cual pertenece desde hace siete años. Asegura que desde que comenzó a asistir a las charlas de la asociación, su vida mejoró. “Al inicio, cuando me di cuenta de que tenía la enfermedad, sí fue algo fuerte la noticia; pero ya que lo superé, vivo con normalidad”, dice esta mujer de 46 años.
María, de 34 años, nació con VIH. Dice que su vida es normal porque aprendió a vivir con el virus y el tratamiento en la clínica CAI le ha permitido no tener recaídas. No obstante, ha enfrentado episodios de discriminación.
“He tenido una vida normal. Gracias a Dios me dieron mis medicamentos a tiempo y me he mantenido estable. Cuando era pequeña sí sufrí de discriminación, ahora ya no, ya me acostumbré a mi vida así, pero las personas no se acostumbran”, dice.
Tanto Isabel como María coinciden en que se debe educar a la población en general sobre el VIH, para que conozcan sobre el virus, su forma de contagio y el tratamiento médico que requiere.
Por otra parte, también afirman que en la clínica CAI reciben una atención oportuna. Este espacio trabaja junto con COCOSI para brindar apoyo emocional a través de reuniones mensuales con los pacientes de VIH, además ayudan con su tratamiento médico. El grupo de apoyo se fundó hace 12 años.
“En el grupo de apoyo dentro de la clínica CAI se brindan temas de interés. Por ejemplo, temas de derechos humanos, hablar de la ley, de la reinfección y otros que van relacionados y es importante que los conozcan, más que todo que puedan informarse”, explica Aracely Torres, de la asociación, que solo en esa clínica CAI atiende a 98 pacientes.
Mensaje de response para boletines
Comentarios