
Los embutidos son uno de los alimentos con los que se debe tener cuidado; enterate en esta nota cuáles otros hay que mantener lejos de este aparato.
En los hogares es muy común preparar comida y dejar “algo” para más tarde o para el día siguiente. Comer recalentado no es el problema, lo perjudicial puede ser como se calientan esos alimentos para ser consumidos.
Aunque el microondas es un gran aliado cuando de poco tiempo se trata, muchos desconocen que hay ciertos alimentos que deben ser tratados con cuidado para evitar intoxicaciones u otras enfermedades.
Estos alimentos son muy consumidos en muchos hogares alrededor del mundo, por eso resulta importante enumerarlos y explicarle las razones de por qué no debería calentarlos en el microondas.
Dentro de esta selección de alimentos se clasifican productos altamente consumidos como carnes de hamburguesa empacadas, salchichas, jamones y embutidos. Para este tipo de comidas el microondas puede traer consecuencias graves, por lo que no se recomienda su uso.
Aparte de que este electrodoméstico puede reducir la jugosidad que caracteriza a estos alimentos, volviéndolos duros o secos, puede hacer que los conservantes que contienen, liberen toxinas. Según la Universidad Autónoma de México, los tóxicos de sus sales podrían resultar cancerígenos y causar enfermedades cardiovasculares.
Según el doctor Bryan Quoc Le, profesional en seguridad alimentaria, el huevo es un alimento que debe ser refrigerado de inmediato para evitar intoxicaciones, pues aunque haya pasado por cocción, puede contener la bacteria salmonella.
Lo recomendable es que si lo vas a calentar lo hagas a una temperatura que ascienda a los 74 grados Celsius para evitar que los microorganismos de las bacterias sigan reproduciéndose.
El arroz es una comida que se suele preparar para que rinda durante varios días. Sin embargo, es importante tener cuidado en cómo se prepara y almacena porque puede contener la bacteria Bacillus cereus.
Si este producto no está bien tapado y refrigerado, aunque haya estado bien cocinado, puede hacer que la bacteria se reproduzca y afecte a quien lo consuma después de volver a calentarse.
La papa es un carbohidrato preferido en muchos hogares, especialmente en familias numerosas en las que hay niños. Lo fácil que es para preparar en sus distintas versiones como frita, horneado, al vapor o hasta en puré hace que sea una alternativa que se pueda almacenar para otras ocasiones.
Este alimento, aunque es simple, es de sumo cuidado. Es importante no solo lavarlas bien antes de cocinarlas, sino tratarlas con mucho detalle después de hechas, porque según Quoc Le, el experto, para evitar los problemas que podría generar la bacteria que puede estar presente en la papa (Bacillus cereus), hay que volver a cocinarla desde cero.
Aparte de estas recomendaciones, la Clínica Mayo sugiere no excederse con el tiempo en el que se almacena la comida en el refrigerador. Aseguran que hay que dejarla máximo entre tres y cuatro días. Sobre la refrigeración de los productos de consumo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recomienda que, para evitar deterioros, apenas saques la comida de los sartenes en los que la cocinó, debés meterla en la heladera.
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