Los expertos determinaron que esta enfermedad desencadena procesos inflamatorios generalizados y reduce la irrigación sanguínea hacia el cerebro, factores que contribuyen al deterioro de las funciones cognitivas.
Un estudio reciente revela que los hombres con obesidad pueden experimentar deterioro cognitivo hasta 10 años antes que las mujeres y destacan un vínculo entre la obesidad y la demencia.
La investigación, llevada a cabo por expertos del Imperial College London y publicada en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, analizó a 34,000 adultos en el Reino Unido, cuyas edades oscilaron entre los 45 y los 82 años.
Los participantes sufrían de obesidad, presión arterial alta y diabetes tipo 2, condiciones que los investigadores relacionaron con alteraciones cognitivas graves.
El estudio encontró que el deterioro en la memoria y el volumen cerebral en los hombres con obesidad comienza entre los 55 y los 74 años, mientras que en las mujeres estas alteraciones se presentan una década después, entre los 65 y los 74 años.
“Los adultos con enfermedad cardiaca u obesidad tienen un riesgo más alto de desarrollar demencia”, alertan los investigadores.
Los expertos determinaron que desencadena procesos inflamatorios generalizados y reduce la irrigación sanguínea hacia el cerebro, factores que contribuyen al deterioro de las funciones cognitivas. Esta relación también explica por qué los hombres muestran cambios más tempranos en comparación con las mujeres.
A través de escaneos cerebrales y mediciones del volumen de grasa abdominal, los investigadores observaron una pérdida significativa de neuronas y conexiones cerebrales en los hombres con obesidad. Estos cambios provocan una reducción en el tamaño del cerebro, atribuida a la inflamación y al insuficiente flujo sanguíneo.
Asimismo, identificaron que una mayor acumulación de grasa abdominal estaba asociada con un cerebro más pequeño, lo que refuerza la evidencia de que una mala salud cardiovascular afecta directamente las funciones cerebrales.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos resalta que la mayoría de los tipos de demencia, como el Alzheimer, son degenerativos e irreversibles. Este trastorno puede manifestarse con dificultad para comunicarse, deterioro en el razonamiento, cambios de personalidad y problemas para realizar actividades diarias. La demencia, en general, causa una pérdida de la función cerebral, afectando principalmente la memoria, el pensamiento y el comportamiento.
El doctor Paul Edison, profesor del departamento de Ciencias del Cerebro, insiste en que los médicos deben enfocarse en prevenir la demencia ayudando a los pacientes a alcanzar un peso saludable y mejorando su salud cardiovascular.
También enfatizó que los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio diario, mantener una dieta equilibrada, dejar de fumar y perder peso, son fundamentales para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer, el tipo de demencia más común.
Es esencial no considerar la pérdida de memoria o los cambios en el comportamiento en adultos mayores como simples “achaques” propios de la edad. Llevar a los pacientes al neurólogo a tiempo puede marcar la diferencia.
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