
Carlos comenzó a nadar a los 10 años, y año y medio después ya estaba compitiendo en los paranacionales de México. Tras la pandemia, el joven encontró una nueva pasión en el baile. Conoce su inspiradora historia a continuación.
Carlos, un joven con síndrome de Down, se destaca en el mundo del baile y la natación. Su madre, Alejandra Mendoza, relató a SuMédico cómo descubrieron que Carlos tenía esta condición y cómo ha sido su camino hacia el éxito.
"Carlos es mi segundo hijo y cuando nació parecía que todo estaba normal, pero a los 8 meses me dijeron que tenía síndrome de Down", cuenta Alejandra. Fue un proceso de descubrimiento gradual, al observar que su hijo no pronunciaba palabras ni caminaba, lo que inicialmente la llevó a pensar que podría tener problemas auditivos.
Después de realizar un cariotipo, los resultados confirmaron la condición de Carlos. "En ese momento no lo sentí tan de golpe porque la genetista que habló conmigo me contó toda su experiencia y su forma de ver las cosas. Yo seguí viendo a mi hijo completamente igual", indica Alejandra.
El síndrome de Down, conocido también como trisomía 21, es una alteración cromosómica que puede generar diversas complicaciones neurológicas y cardiológicas. El doctor Norberto León, pediatra y cardiólogo pediatra, explica que este síndrome es la cromosomopatía más frecuente a nivel mundial, afectando a uno de cada 700 nacimientos aproximadamente.
Alejandra encontró dificultades para integrar a Carlos en el sistema educativo tradicional, pero nunca se dio por vencida. "En la niñez fue complicado encontrar una escuela adecuada, porque en todos lados nos decían que no eran especialistas en atenderlo, cuando le daban la oportunidad de entrar a una escuela así fuera de paga, sí lo atendían, pero solo lo tenían ahí y siempre me decían que no se estaba adaptando, siempre fue complicado, pero encontré espacios que han valido la pena y que han hecho que mi hijo salga adelante", relata.
A los 10 años, Carlos comenzó a nadar, y para los 11 años y medio ya estaba compitiendo en los paranacionales de México en esta disciplina. "Realmente la natación hizo que mi hijo creciera de una manera increíble, eso le ayudó mucho", comparte Alejandra.
Sin embargo, después de la pandemia, decidieron no continuar con la natación para proteger su salud. Posteriormente, Carlos encontró una nueva pasión en el baile.
"Para mi ha sido increíble que mi hijo baile porque en el grupo ya hay más jóvenes que se están sumando y que también irán a competir y que más personas puedan ver que sí se puede, a ellos los presionan mucho más y es muy satisfactorio como papás que los traten igual y que vean que si pueden y que sean calificados como otras personas", señala Alejandra.
Cada 21 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que busca concienciar sobre las necesidades y derechos de estas personas.
"Les diría que les den la oportunidad, que se den cuenta que sí pueden hacer las cosas, que no solamente sirven para lavar trastes o para doblar ropa, su capacidad da para mucho más y si nosotros como sociedad ponemos el empeño para seguir ayudándoles saldrán adelante", enfatiza Alejandra.
Movida por el amor hacia su hijo y otros jóvenes con esta condición, Alejandra ha creado una asociación civil para enseñar a leer, escribir y realizar matemáticas, demostrando que son igual de inteligentes que otros niños. Su historia y la de Carlos son un claro ejemplo de que con apoyo y amor, las barreras se pueden superar.
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