El desempeño financiero de 2024 ha sido estable para los bancos de Centroamérica. La recuperación económica de cada país mantiene dinámicos los indicadores de créditos y depósitos aunque con variables particulares. Las políticas económicas de EUA son clave para las proyecciones de 2025.
El sistema bancario centroamericano transita en 2024 por una vía estable que ha garantizado su rentabilidad y mantiene niveles de crédito y depósitos dinámicos.
Con la confianza puesta en una recuperación económica para los próximos años, los bancos han logrado sortear la inflación y las altas tasas; ahora se concentran en mantenerse y, por supuesto, crecer.
“Los bancos gestionaron bien los márgenes de interés y contuvieron el deterioro de las carteras de préstamos en periodos de elevada inflación y tasas de interés”, indica Alejandro Tapia, director sénior de Instituciones Financieras de América Latina de Fitch Ratings.
Ahora, su rentabilidad neta, medida a través del ROA (Retorno sobre activos ) presenta números estables y Fitch espera que se mantenga así por el resto del año.
“Los indicadores de rentabilidad se han estabilizado y en ciertos países con ligeras tendencias de mejora como Panamá y Costa Rica”, señala Tapia en su análisis.
Las plazas con mayor dinamismo en la región han sido Honduras, Nicaragua y Guatemala, con un crecimiento crediticio de entre 5% a 9%, favorecidos por costos de financiamiento y crecimiento económico relativamente estables, explicó Tapia.
Pero sin duda, es Costa Rica la plaza bancaria con la mayor evolución positiva y de manera consistente, como resultado del fuerte crecimiento económico del país.
Por su lado, Panamá, una plaza bancaria que comenzó 2024 con desafíos macroeconómicos y políticos, ha mostrado resiliencia y los efectos negativos en la industria han sido menores a los esperados.
El Salvador, Panamá y Costa Rica, que han experimentado desaceleración del crédito en el pasado, “ahora muestran indicios de reactivación del crecimiento aunque en el caso de la plaza salvadoreña, la liquidez continuará siendo un reto importante dada su amplia exposición al soberano, lo que pudiera moderar el crecimiento del crédito”, explicó.
Guatemala, por su parte, muestra signos de estabilización en la actividad crediticia desde 2023, un año muy dinámico para esta plaza. A junio de 2024, el crédito total creció cerca del 16% interanual, impulsado por créditos de consumo y seguido por empresariales, en los sectores de comercio y manufactura.
La plaza nicaragüense también ha presentado estabilidad en sus indicadores. Según la agencia de análisis crediticio, PCR, la industria bancaria de Nicaragua ha crecido cerca de 12% en créditos y 10% en depósitos, manteniendo una calidad de cartera sana, con un índice de morosidad bajo de 1.5%
Pese a la estabilidad financiera de este año, las condiciones externas siguen pesando en la evolución de los bancos.
“Las elecciones de Estados Unidos seguirán teniendo peso relevante en las plazas bancarias centroamericanas, sobre todo por las políticas económicas y sociales que establezca el virtual ganador, en específico los efectos que estas se generen en el flujo de remesas hacia los países y la situación migratoria. Fitch evaluará los posibles efectos en la industria bancarias una vez definido el ganador de la elección y exista mayor certidumbre de su agenda política y económica”, indicó Tapia.
PCR advierte que las remesas siguen siendo un impulsor del consumo en la región, un factor que podría incidir en el mercado financiero.
“En este sentido, un potencial triunfo del Partido Republicano en EUA podría incrementar el flujo de deportaciones hacia los países de origen y posiblemente incidir en el crecimiento del flujo de estas en el mediano plazo”, aseguró Karina Montoya, gerente país de PCR.
La agencia destaca también que las tasas de interés que fija la Reserva Federal de EUA son una base para los préstamos que otorgan los bancos comerciales.
“En este sentido, podríamos esperar que las instituciones refinancien su deuda o y/o modifiquen el costo de los depósitos del público en la medida que las posibilidades se den. Más allá de eso, Centroamérica tiene como socio comercial principal a Estados Unidos y sus economías son dependientes del flujo de remesas que los migrantes envían, por lo que podría esperarse efectos positivos en exportaciones y en flujo de remesas”, señaló Montoya.
Otro de los puntos que Montoya destaca sobre la región es una mayor competencia con la entrada de más fintech desarrollando el mercado de medios de pago vía tarjetas prepago, préstamos y seguros. En Guatemala, Banco Nexa ya es el primer “neo banco” de la región con aprobación de los reguladores.
Algunas de estas iniciativas son parte de los mismos bancos o han sido financiadas por ellos. “Consideramos que es beneficioso para la competencia en general y la inclusión financiera. No descartamos que en el mediano plazo haya más iniciativas independientes o que los bancos consoliden sus posiciones de mercado con sus soluciones propias”, señaló.
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