El crudo llegó a valores mínimos este año, mientras que los precios agrícolas casi no se vieron afectados, dice el informe bianual Commodity Markets Outlook.
El Banco Mundial prevé que en 2021 el barril de petróleo costará, en promedio, $44. Una cifra superior a los $41 estimados para este año. El pronóstico es que la demanda aumente, pero de forma lenta mientras persistan restricciones al turismo y viaje por la pandemia del covid-19.
El organismo además espera que la actividad económica mundial vuelva a niveles anteriores a la pandemia hasta a partir de 2022. Este año el barril de petróleo llegó a cotizarse a mínimos históricos, incluso en precios negativos.
“Los precios de la energía en general —que también incluyen el gas natural y el carbón— se recuperarán considerablemente en 2021, luego de registrar grandes caídas en 2020, lo que constituye una revisión al alza respecto de las previsiones de abril”, dijo el Banco Mundial en un comunicado de prensa.
El informe bianual Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos) señala que los precios del petróleo han alcanzado solo parcialmente los niveles anteriores a la pandemia.
El impacto de la COVID-19 en los productos básicos ha sido dispar y podría prolongarse durante largo tiempo en los mercados energéticos”, declaró Ayhan Kose, vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones, y director del Grupo de Perspectivas del Grupo Banco Mundial.
Los precios podrían resultar más bajos si se da una segunda ola de contagios de covid-19 que genere confinamientos en los países y una reducción en el consumo. También si las vacunas se demoran más de lo esperado.
“Cuando la caída de los precios de los productos básicos dura poco tiempo, las políticas de estímulo pueden amortiguar su impacto. Sin embargo, cuando los precios se mantienen deprimidos durante un período prolongado, los encargados de formular las políticas deben encontrar soluciones, de modo que sus economías puedan ajustarse sin sobresaltos a una nueva normalidad” dijo Kose.
Por otra parte, el informe señala que los precios agrícolas casi no se vieron afectados por la pandemia, pero la recesión económica ha hecho que aumente la cifra de personas en riesgo de padecer inseguridad alimentaria.
Se espera que los precios agrícolas aumenten solo 3 % en 2020, para 2021 podría haber otro leve aumento como consecuencia del déficit en la producción de aceite comestible.
“Las preocupaciones relacionadas con la inseguridad alimentaria siguen siendo considerables en varias economías emergentes y de mercados emergentes. Dichas preocupaciones están motivadas por los impactos de la recesión mundial en los ingresos, las dificultades en la disponibilidad de alimentos a nivel local y las restricciones aduaneras que han restringido la oferta de trabajo. La inflación del precio de los alimentos se ha acelerado considerablemente en varios países”, sostiene el Banco Mundial.
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