Las  aseguradoras tienen reservas de dinero para responder a lo que llaman siniestros, esto puede ser un accidente de tránsito, una muerte accidental o un daño a una propiedad por incendio o terremoto, depende de qué tipo de seguro se trate. Sin embargo, estas empresas se acogen con otras aseguradoras más grandes (reaseguradoras) porque si hay un desastre muy fuerte, como el caso de los terremotos de 2001, las reservas no alcanzarían para pagar todos los daños. 

En ese sentido, el costo de reaseguro tiene mucho que ver en el precio de los seguros de todo tipo. De acuerdo a la Asociación Salvadoreña de Empresas de Seguros (ASES), este costo se va a incrementar, lo que se podría traducir en primas más caras.

La razón es el impacto de todos los desastres del año pasado, sobre todo aquellos que ocurrieron cerca de Centroamérica, como los terremotos de México, o los huracanes que golpearon la zona del mar Caribe.

El presidente de ASES, Pedro Geoffroy, aclaró que aún es pronto para saber qué tanto aumentarán los costos del reaseguro, "pero de que viene, viene". Esto se debe a que la mayoría de las aseguradoras negocian sus contratos de reaseguro entre mayo y junio.

Desempeño del sector

ASES presentó las cifras de desempeño del sector asegurador. El crecimiento del rubro, medido con las primas fue del 1 %, con $627 millones, solo $6 millones más que en 2016. De 2015 a 2016, el sector creció 2 % y un año atrás, el crecimiento era de 6 %.

El rubro tuvo un crecimiento más lento que el de la economía, por lo que redujo su participación en el PIB. 

Geoffroy dijo que hay que esperar datos del primer trimestre de este año para ver si realmente hay un problema. Empero, señaló la lenta dinámica económica, el ingreso de competidores y el hecho que algunas personas dejaron de adquirir seguros, como la razón del bajo crecimiento.

El Salvador es de hecho el país que menos crece en Centroamérica, aunque es donde la penetración es más alta, después de Costa Rica, ya que la prima per cápita es de $95.23, más que en países como Nicaragua y Guatemala, que tienen más crecimiento.

Otro dato es que el patrimonio ha crecido 9.1 % y las aseguradoras mantienen reservas de $313 millones, de las cuales, solo $141 millones en lo requerido; esto significa que hay suficiente solvencia para responder a problemas.

El año pasado las aseguradoras pagaron el 50.23 % de todas las primas, $315 millones. En 2016 la cifra fue de $321 millones y en 2015, de $331; esto significa que el país ha reducido su siniestralidad.

Para inyectar más dinamismo, ASES considera oportuno actualizar la regulación para poder aprovechar nuevos canales de venta, como comercializadores no bancarios, es decir que las personas puedan adquirir seguros en supermercados, farmacias y otros establecimientos.