La Acafesal afirma que las lluvias causarán daños a futuro, como el aumento de la roya y la caída del grano verde.
La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) afirmó que aunque no se tienen cifras de los daños provocados por las lluvias, lo que preocupa es “que ya se sabe lo que viene: el incremento de la roya, la antracnosis y otros hongos, así como la caída del poco café verde”, que hay en las fincas.
“Vamos a tener cierta pérdida menos mal que no fue en octubre cuando el grano ya está maduro. Lo que más nos preocupa es que en algunas zonas han caído hasta 700 milímetros de agua, lo que debería caer casi en seis meses y que el fenómeno de las lluvias sigue”, dijo Sergio Ticas, presidente de la gremial.
Ticas mencionó que están monitoreando en las regiones cafetaleras del país: Apaneca-Ilamatepec; Alotepec-Metapán; Bálsamo-Quezaltepec; Tecapa-Chinameca y Chinchontepec, aunque aseguró que “ahorita nadie va a atrever a meterse a las fincas porque aparte de los derrumbes y calles en mal estado, hay ramas y árboles que están por caerse”.
El caficultor dijo, que ante la incidencia de la roya (hongo que se propaga usualmente cuando hay cambios bruscos en las temperaturas) y la antracnosis, dos enfermedades letales para el cultivo de café, los productores deben empezar a aplicar foliares y fungicidas para contrarrestarlos. “Es lo único que puede hacer.
Hay personas que ya habían abonado y definitivamente todo eso se les perdió porque se lavó con la lluvia. Un saco de fertilizante no cuesta menos de $25”, mencionó.
Según Ticas, las zonas más afectadas han sido Ahuachapán, Ataco, Apaneca, Chinameca y Chalatenango.
Gilberto Quintanilla, caficultor de Chinameca, expuso que “más que todo lo que ha afectado es la sobresaturación de los suelos y los árboles que se han caído sobre los cafetos y los caminos, lo que los ha dejado intransitables".
Al igual que Ticas, Quintanilla expuso que hay que “combatir las plagas y la roya, y eso ya son costos adicionales que hay que hacer, aparte de lo que toca hacer cada mes en las fincas”, dijo.
Ezequiel Arévalo, caficultor de Juayúa indicó que en su caso ha tenido dos deslizamientos debido a las lluvias “y se han perdido unos 500 y 800 palitos por la lava de lodo”.
Respecto a la caída del grano verde, Quintanilla y Arévalo coincidieron en que todo depende de la nutrición que se le ha dado a la planta.
“Ya hay grano pequeño pero no afecta porque ha sido una floración consistente y es favorable”, explicó Arévalo.
Ayer, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) informó en conferencia de prensa que han monitoreado 826 fincas, han apoyado la evacuación de familias productoras de café y han brindado asistencia por caída de árboles en zonas cafetaleras.
A diferencia de otros rubros como el de hortalizas y el ganadero, el daño en el cultivo de granos básicos, en específico el de maíz, fue mínima, asegura la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO).
En El Paisnal y San Salvador, la Asociación Nacional de Productores Rurales de El Salvador (ANPRES) reportó daños en cerca de 240 manzanas pero de hortalizas. La Mesa Agropecuaria Rural Indígena, reportaba la inundación y muerte de ganado en la zona oriental debido a las lluvias.
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