Aunque el Gabinete de Seguridad lo publica como un logro, expertas en temas de seguridad y violencia contra la mujer aseguran que categorizarlos de esa forma “niega la violencia por razones de género”.
En 2024 las autoridades reportaron 114 homicidios. Expertos cuestionan la categorización en las muertes violentas y la poca transparencia en el manejo de los datos.
Datos publicados por la Fiscalía General de la República (FGR) en su página web revelan que entre los años 2023 y 2024 los homicidios por intolerancia social e intolerancia familiar duplicaron a los homicidios por violencia general, según la categorización que hace la institución.
En 2023 las muertes por intolerancia social fueron 54 y por intolerancia familiar 47; mientras que en 2024 esta última se mantuvo en los mismos 47 casos, mientras que la intolerancia social se redujo a 34. Los datos de ambos años dan un total de 182 homicidios que, según las autoridades, no fueron cometidos por pandillas.
Las muertes violentas por delincuencia general suman 86 entre 2023 y 2024, menos de la mitad reportadas por las categorías de intolerancia.
Los datos han sido retomados por medios afines al gobierno, como Diario El Salvador y Noticiero El Salvador, que han dicho que reducir los homicidios cometidos por violencia general (pandillas) es un logro en materia de seguridad.
Sin embargo, especialistas en materia de seguridad pública cuestionan las categorías designadas por el oficialismo, pues consideran que se “invisibilizan” ciertos delitos al generalizarlos de esta manera.
Las categorías de intolerancia social, intolerancia familiar y delincuencia general son términos que el fiscal general, Rodolfo Delgado, ha utilizado en las últimas dos presentaciones anuales sobre homicidios. Estos términos no se ocupan en los informes de labores de la Fiscalía y no hay ninguna explicación sobre ellos.
LA PRENSA GRÁFICA consultó al área de comunicaciones de la FGR, qué criterios se utilizan para agrupar la intolerancia social, familiar y la delincuencia general y por qué los datos que tienen en su página web son diferentes a la que la institución brindó el 6 de enero de este año, durante el balance general del Gabinete de Seguridad del año 2024, donde se dijo que hubo 35 muertes por intolerancia social, 45 por intolerancia familiar y 34 por delincuencia general. Pero al cierre de esta nota no hubo una respuesta de parte de dicha dependencia gubernamental.
Para la antropóloga Mariana Moisa esta “recategorización de delitos” se hace con una “intención política”, ya que anula el delito de feminicidio o los delitos cometidos por odio.
“Esa terminología, que se llama intolerancia tanto social o intrafamiliar, es bastante genérica y lo que busca es obviar la existencia de la violencia por razones de género, por razones también de orientación sexual. Para mí significa un retroceso en materia de los derechos que hemos ganado y en el caso concreto de las mujeres se nota más”, aseguró.
Con esta división, dice, se niega la violencia por razones de género y por razones de orientación sexual. “Las muertes por delincuencia se han reducido, ese es como la venta que se hace ahora. Entonces, digamos que toda la seguridad tiene que ver con el ámbito público y se niega lo que ocurre en el ámbito privado de los hogares”.
Verónica Reyna, representante del Servicio Social Pasionista (SSPAS), opinó que el problema con estas categorías es que son “muy globales”.
La experta en seguridad pública considera que con estas divisiones se evita brindar detalles de qué tipo de delincuencia es la que está cometiendo los homicidios y cuáles son las motivaciones, fuera de cometer un delito.
“¿Cuántos de estos casos tienen que ver con extorsión, con amenazas, crimen organizado, que no son pandillas, pero pueden ser otro tipo de estructuras como trata, narcotráfico, venta ilegal de otros activos? La pregunta es ¿por qué utilizar categorías tan amplias? En la página de la Fiscalía ni siquiera separan por variables básicas sociodemográficas, como género, edad, territorio, municipio, departamento o el tipo de delito al que se vincula. Eso solo nos da la idea de que ha habido una reducción en los homicidios delincuenciales y que está bien, pero no permite analizar más allá”, aseveró.
Otro señalamiento que hace Reyna es que los delitos categorizados como violencia familiar superan a los de intolerancia social y delincuencia general, y que se mantuvo esto durante 2023 y 2024.
Aseguró que para entender algunos comportamientos es necesario ver los patrones, pero el problema es que “se pueden estar metiendo en una sola bolsa distintas expresiones de violencia. Por ejemplo, Ormusa en 2024, contabilizó 39 muertes de mujeres”.
Estas mujeres muy probablemente se encuentren entre la intolerancia familiar y la intolerancia social, dependiendo de cómo a la Fiscalía se le haya ocurrido definir un feminicidio o presunto feminicidio, ya sea por los impulsos emocionales de su pareja o por los impulsos emocionales de un amigo que nunca le hizo caso. Pensando la primera como una intolerancia familiar y la segunda como una intolerancia social”, aclaró la experta.
Asegura que con esta división que hacen las autoridades se “ocultan los orígenes de la violencia de género”.
El criminólogo Carlos Carcach dijo que se desconoce qué criterios utiliza la Fiscalía para segmentar los homicidios y considera que son “clasificaciones antojadizas”, ya que podría haber diferentes situaciones que serán determinantes para saber en qué tipo de intolerancia califica.
“Un homicidio puede caer en cualquiera de las categorías. Si ellos consideran el homicidio como intolerancia social, ¿porque no lo puede considerar como otro delito? Habría que ver cuál es la regla que tienen para clasificar algo así. Una muerte que ocurre en el contexto de que no hay una razón aparente para el evento no es ni intolerancia social ni intolerancia familiar, pero tampoco usted puede decir que es delincuencia general, porque estamos hablando de un delito que por la naturaleza de las personas o los actores involucrados, como las pandillas, cae en una categoría especial”, explicó el experto.
Carcach lamentó que a muchas personas no le interesen este tipo de temas, ya que su principal interés es saber que los homicidios han bajado “y que eran atribuibles a las pandillas” y cómo estos se han reducido se atribuyen a los pocos pandilleros que están libres.
Otro punto que considera importante es que la Fiscalía debería explicar en qué se basan para clasificar los homicidios en las distintas intolerancias, de esta manera se comprendería mejor el panorama de cómo están sucediendo estos delitos.
Lo que la Fiscalía debería hacer es agregar las definiciones dependiendo de las circunstancias que rodean un evento, un incidente que puede ser clasificado dependiendo de la circunstancia en distintas formas”, agregó Carcach.
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