El Socorro Jurídico Humanitario (SJH) denunció que la captura contra la agente policial Patricia Saraí Castaneda es ilegal y una represalia por las denuncias que ha realizado en contra de jefaturas.
El Socorro Jurídico Humanitario (SJH) denunció la supuesta captura arbitraria de la agente policial, Patricia Saraí Castaneda Vásquez, ocurrida el 20 de septiembre por supuestas amenazas a cinco de sus compañeros. La familia de la agente asegura que es un caso fabricado por las denuncias que ella ha realizado contra jefes por acoso sexual y laboral.
A 13 días de su captura, la Fiscalía General de la República aún no ha presentado la acusación formal por el delito de amenazas agravadas en perjuicio de cinco agentes policiales.
El SJH catalogó el hecho como ”acoso institucional” y consideran que hay irregularidades en el proceso de su captura. Por ello, exigen la libertad de la agente.
“Nos encontramos preocupados dada la situación que ha sufrido la señora Patricia Saraí. Debido a cómo se ha dado la supuesta detención genera ciertas dudas, ya que a ella se le ha acusado de amenazas agravadas que sucedieron dentro de un establecimiento policial. Nos parece raro porque ella, supuestamente cometió este delito lleno de varios miembros de la policía y nos llama la atención por qué no se le detuvo en ese momento, porque es un delito en flagrancia”, aseveró Otto Flores, abogado del Socorro y quien buscar defender a Patricia en el proceso judicial.
Dijo además que hay antecedentes documentados en el Juzgado Especializado de Violencia contra la Mujer de Santa Ana de hechos denunciados por la agente, y que esta captura les hace creer, que es para “intentar mitigar los efectos de este proceso, ya que inclusive el proceso que llevó Saraí contra uno de sus jefes se ha logrado la condena de uno de ellos, por el delito de acoso sexual”, aseveró.
Flores aseguró que la corporación policial tiene como “política” desaparecer las denuncias contra sus miembros, más si sus víctimas son agentes femeninas, asegurando que hay una “cultura machista”, en dicha institución.
Mencionó como ejemplo de ello, el caso de Carla Ayala, agente policial que fue asesinada en 2017, por sus compañeros, ya que los había denunciado por abusos.
La familia de Patricia está preocupada por su estado de salud. Contaron que las denuncias que realizó la agente eran por acoso laboral por parte de sus jefes, ya que no la consideraban para algunas funciones por su grave estado de salud.
De acuerdo a los documentos médicos presentados, ella tiene fibromialgia reumática crónica e hipertensión, y por eso, los médicos recomendaron que la paciente no trabajara largas jornadas de trabajo, evitara las nocturnidades y trabajo extenuante.
La madre de Patricia de 86 años, teme que le entreguen muerta a su hija y por ello, pide su liberación. Dice que su hija era quien velaba por ella. pic.twitter.com/LmX8zIksx3
— LPGJudicial (@LPGJudicial) October 3, 2024
Sin embargo, estas recomendaciones no eran acatadas por los jefes en su lugar de trabajo, provocándole más problemas de salud.
Para Ingrid Escobar, estas acciones incumplieron “el instructivo para No Discriminación y Atención al Personal con Discapacidad o Enfermedades Crónicas Severas” y el protocolo para el trato de gente con enfermedades especiales, que establece ciertas consideraciones como trabajar solo 8 horas diarias y cinco días a la semana, algo que no pasaba con Patricia, que tenía turnos de 24 horas.
Cuando fue capturada, regresaba de una consulta médica por una infección.
A la conferencia de prensa también llegó el esposo de Patricia y contó que ya denunció las condiciones en las que está, ya que le preocupa que su salud empeore.
“Ella está en las bartolinas del 911, y hasta hice una denuncia en (la Procuraduría para la Defensa) de los Derechos Humanos (PDDH), porque gente que pasaba por allí escuchaba que a ella no le pasaban la medicina y la comida estaba sucia”, detalló.
Además, dijo que aparte de temer por la salud de su esposa teme por su seguridad, ya que todos los policías conocen a su familia, y sospecha que pueden atentar contra ellos.
“Yo temo por mi vida, la vida de ella, de la mamá de los hijos, porque todos ellos nos conocen a nosotros…Tengo miedo de que me llegue a pasar algo y quiero responsabilizar a todas las malas personas que trabajan en la Policía Nacional Civil”, denunció.
La madre de Patricia, una señora de 86 años, pidió a las autoridades que liberen a su hija, porque es su único apoyo y teme que se agrave su salud.
“Yo le pido a Dios que me ayude porque no tengo quien me dé de comer o me de posada, solo a ella la tengo. Incluso, su compañero es el que me cuida, yo no tengo más gente. Solo Dios conmigo y si Dios no me oye, ¿cómo voy a hacer entonces? ¿Esperar la muerte de mi hija? No es posible, mi hija tiene que salir de donde está encerrada”, denunció.
Además, consideró que la captura de su hija es injusta y no quiere recibirla muerta.
“(A las autoridades) les pido que me la saquen de donde está presa, está enferma mi hija, es injusto, tanto gasto que he tenido, tanto gasto que he tenido para hacer las diligencias que necesita, yo no quiero recibirla muerta, quiero que le den libertad”, exigió.
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