Cada 25 de noviembre, el mundo conmemora el Día Internacional en Contra de la Violencia contra la Mujer, una fecha establecida por la ONU en 1999 en honor a las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas en 1960 por su oposición a la dictadura de Rafael Trujillo. Este día busca visibilizar las distintas formas de violencia de género que afectan a millones de mujeres y niñas, como la violencia física, sexual, psicológica, patrimonial e incluso la privación arbitraria de libertad, tanto en el ámbito privado como en el público.
En El Salvador, esta problemática se refleja con fuerza en comunidades como Sensuntepeque, Cabañas. Según el Mapa de Violencia contra la Mujer del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, en 2021 se registraron 522 casos de violencia en este departamento. Las cifras, sin embargo, no reflejan el total de víctimas, ya que muchas permanecen en silencio por miedo o falta de apoyo.
Ese fue el caso de “Lupita”, una joven de 22 años de Sensuntepeque, vivió esta realidad en carne propia. Durante un año trabajó en una empresa privada donde fue acosada y agredida sexualmente por su jefe, hasta que renunció sin presentar una denuncia.
“Era mi primer trabajo y al principio todo iba bien, pero después de tres meses mi jefe empezó a insinuarse. Tocaba mi cabello o me agarraba de la cintura cuando no había nadie. Un día, mientras cerraba caja, entró a la oficina, cerró la puerta y trató de besarme. Salí como pude y nunca volví. No lo denuncié porque tenía miedo y no quería problemas”, relata Lupita.
En Sensuntepeque, organizaciones como la Red de Mujeres Sensuntepecanas (RED MUSEN) trabajan para combatir la violencia de género, apoyando a mujeres que han sufrido agresiones y promoviendo iniciativas de prevención. “Tratamos de crear espacios seguros y proyectos que empoderen a las mujeres. También realizamos talleres para prevenir la violencia y ayudar a las víctimas a reconocer que no están solas”, explica Wendy Herrera, representante de RED MUSEN.
En el Día Internacional en Contra de la Violencia contra la Mujer, RED MUSEN y otras organizaciones recuerdan que la violencia de género no solo afecta a las víctimas directas, sino a toda la sociedad. El compromiso de las comunidades, autoridades y la sociedad civil es indispensable para erradicar este problema que perpetúa la desigualdad y el sufrimiento de millones de mujeres como Lupita.
La lucha contra la violencia requiere no solo de leyes eficaces y acciones concretas, sino también de una transformación cultural que garantice a todas las mujeres y niñas una vida libre de violencia y llena de oportunidades. En Cabañas, este desafío sigue siendo una prioridad urgente.
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