El Salvador dictó su constitución estatal el 12 de junio de 1824, siendo el primero de Centroamérica en tener su propia Carta Magna.
El Salvador cumple este miércoles 200 años desde la promulgación de su primera Constitución como un estado libre, un aniversario que se produce en un momento en el que la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, tiene la facultad de reformar la actual Carta Magna, vigente desde 1983, y que el presidente Nayib Bukele sigue al frente del Ejecutivo tras lograr un segundo mandato consecutivo, prohibido constitucionalmente.
El Salvador dictó su constitución estatal el 12 de junio de 1824 y con ella el país centroamericano, el más pequeño de la región con 21,041 kilómetros cuadrados, se erigió en estado libre e independiente dentro de la órbita de la República Federal de Centroamérica, que estaba por constituirse.
El Salvador fue el primero de los cinco Estados centroamericanos en tener su propia Constitución.
Una segunda Constitución surgió el 18 de febrero de 1841 cuando ya había desaparecido la República Federal Centroamericana y El Salvador se había constituido como territorio independiente.
Luego de esto se constituyeron al menos 10 textos más de Constitución entre 1864 y 1962 hasta concretar la de 1983 que es la que está vigente.
Para Celia Medrano, defensora de derechos humanos y comunicadora, la Constitución en países basados en la institucionalidad democrática es "la norma principal que marca límites a los poderes estatales sobre la base de garantías de los derechos humanos de la población".
"Los derechos nunca han sido un regalo, son producto de luchas sociales. La ley es producto de correlaciones sociales, pero los cambios a la ley nunca deben ser en detrimento de derechos ya reconocidos en materia de derechos humanos", apuntó en declaraciones a EFE.
Advirtió que "regímenes autoritarios se caracterizan por inobservar la normativa constitucional y desconocer controles de convencionalidad que representan límites al poder del Estado".
"Los regímenes autoritarios necesitan destruir la estructura institucional que limita su intencionalidad de perpetuarse en el poder", acotó.
La efeméride de la primera Constitución de El Salvador se recuerda en momentos en que el presidente Bukele recién fue investido para un segundo mandato consecutivo de cinco años (2024-2029) tras buscar y lograr la victoria electoral en febrero pasado.
Bukele se convirtió en el primer presidente de la etapa democrática de El Salvador en repetir en el cargo a pesar de que la Constitución no lo permite.
El camino se abrió en 2021, cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que había sido nombrada por el Congreso de mayoría oficialista sin seguir el procedimiento legal, cambió un criterio de interpretación de la Constitución.
Los jueces, señalados por Estados Unidos de ser "leales" al Ejecutivo de Bukele, dijeron que la prohibición de la reelección es para un gobernante que haya estado en el poder por 10 años.
Hasta antes de este cambio, un presidente debía terminar su período de 5 años y esperar 10 para buscar nuevamente la Presidencia.
Medrano opinó que "la actual gestión gubernamental edifica una supuesta nueva institucionalidad desde la destrucción de la ya existente, para garantizarse control total e impunidad".
La acción de Bukele, indicó la activista, "no es nueva para El Salvador. Lo hizo el dictador Maximiliano Hernández Martínez para reelegirse en 1939 y agenciarse facultades que la normativa constitucional de ese entonces le prohibía, condenando al país a 60 años de dictaduras militares y una confrontación armada".
Como parte de esta coyuntura política la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, se auto designó facultades para reformar la Carta Magna vigente.
La pasada legislatura (2021-2024) aprobó el pasado 30 de abril, un día antes de instalarse la nueva conformación en el Congreso, reformar un artículo de la Constitución que permitiría reformas expeditas a la Carta Magna.
Para que entre en vigor la iniciativa, debe ser ratificada por la actual legislatura (2024-2027), dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI).
Dicha reforma ha sido rechazada por diversos sectores del país e incluso algunos aseguran que es parte de una estrategia del Ejecutivo para "perpetuarse en el poder".
Según el decreto aprobado, la justificación para la reforma al artículo 248 de la Carta Magna radica en la necesidad de "tener las herramientas necesarias para enfrentar las realidades sociales que demandan los salvadoreños ante los cambios constantes que el mundo enfrenta de manera veloz".
También serviría para enfrentar "cualquier evento que requiera la protección reforzada de la Constitución a los derechos fundamentales".
Actualmente este artículo establece que la única forma de modificar la Constitución es mediante la aprobación en una legislatura con mayoría simple y su ratificación en la siguiente. No obstante, con la modificación se agrega que este proceso se podrá realizar en una misma legislatura con tres cuartas partes de los diputados electos (45 de 60).
En este momento, el Congreso está constituido por 60 diputados, 54 de NI, 3 de partidos aliados y solamente 3 de oposición.
En septiembre de 2020, el presidente Bukele designó a su vicepresidente, Félix Ulloa, para coordinar el estudio y propuesta de reforma a la Constitución.
Fue en septiembre de 2021 que Bukele recibió un anteproyecto para reformar más de 200 artículos de la Constitución. Sin embargo, este documento no ha sido presentado aún ante el Congreso.
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