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Santos Rivera, hermano de Ramiro Rivera, ambientalista asesinado en 2009,dice que no tiene miedo y seguirá con su legado.
Santos Rivera conmemoró junto a cientos de personas la muerte de su hermano Ramiro, asesinado en 2009 por defender su territorio de la minería metálica. Fue enfático en decir que, si no huyó por miedo hace 15 años cuando perdió a su hermano, menos lo hará hoy, que la lucha vuelve a iniciar.
La conmemoración fue realizada en San Isidro, Cabañas, lugar que era de interés para las empresas mineras para extraer oro a inicios de la década del 2000, y que ocasionó la muerte de otras tres personas que defendieron el agua de la zona: Marcelo Rivera, maestro y fundador del Centro Cultural de San Isidro ( junio, 2009), Dora Sorto (embarazada de 8 meses), defensora del agua (2009) y Francisco Durán, estudiante (junio, 2011), han quedado en la impunidad. Todos luchaban contra la minería de la zona. Hasta el momento no hay ningún culpable tras las rejas.
“Estas muertes están impunes. A mí me duele cómo fue la muerte también de Dora Alicia. Ese niño que llevaba en el vientre y ese niño que fue baleado en su patita. ¿Creen ustedes que es justo que esto también se quede impune? ¿Y qué nos espera si estas mineras llegan nuevamente? La vida a uno se la pueden quitar, pero aunque mueran no nos pueden callar”, gritó ante los más de 200 asistentes.
Santos dijo a LA PRENSA GRÁFICA el proceso fiscal del caso de su hermano, Ramiro, y lamentó que hasta el momento desconoce el proceso, ya que nunca lo tomaron en cuenta. Santos narra las consecuencias que vivió luego que su hermano fuera asesinado y que su familia corría peligro, pero aún así decidió quedarse.
“La investigación fue tema del Estado, nosotros no denunciamos nada porque no nos ponían cuidado, yo iba a la Fiscalía y muchas veces me negaron la información. Por último, el gobierno tomó cartas en el asunto al ver que no nos callaban”, indicó.
Dice que sufrió persecución por apoyar a su hermano en la lucha contra la minería y hasta lo investigaron. Luego de la muerte de Ramiro, le ofrecieron seguridad, pero él no confiaba en el gobierno.
“A mi familia le daban asilo político en España, pero no los aceptamos porque no había razón de irnos. No podíamos huir de nuestra realidad. Me quisieron (gobierno) poner PPI (Protección a Personalidades Importantes) que me cuidaran, pero si no cuidaron a mi hermano, ¿cómo me iba a cuidar a mí?”, aseveró Santos.
Sobre los supuestos culpables del asesinato de su hermano, Santos dice que nunca hubo condenados. “Hicieron un solo revoltijo, y notamos que todo el apoyo estaba para la empresa. Hubieron capturados pero no condenados”, señaló
LA PRENSA GRÁFICA consultó al área de comunicaciones de la FGR sobre la investigación de este caso, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
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