Una noche realmente especial vivieron los miles de fanáticos del puertorriqueño en el Estadio Cuscatlán, pues hoy, después de muchos meses, al fin pudieron disfrutar al máximo el concierto del año.
El concierto de Bad Bunny se puede resumir en una palabra: histórico. Por lo que generó desde que se supo que vendría a El Salvador, al momento de venderse las entradas y todos los meses que pasaron hasta este día, con la inmensa emoción y las expectativas hasta las nubes.
@laprensagrafica CONCIERTAZO. Te mostramos cómo se vivió parte del show del año, el #badbunnyday y su #worldhottesttour #badbunny ♬ sonido original - La Prensa Gráfica
Bad Bunny respondió y estuvo a la altura de lo que su espectáculo prometía ser: el tour más caliente del mundo. 24 horas y media antes que el concierto iniciara, las primeras personas ya estaban formadas en la fila, venían desde San Martín y durmieron afuera del estadio. Un día después, ya el sábado a las 9:30 p.m. los flashes de los celulares se encendían y las sillas salían sobrando, todos se ponían en pie para recibir al artista #1 del momento.
#BadBunnyDay | Espectaculares imágenes del concierto de Bad Bunny, visto desde otra perspectiva. Cientos de salvadoreños llegaron al estadio Cuscatlán a disfrutar del considerado como el show del año en el país.
— La Prensa Gráfica (@prensagrafica) November 27, 2022
Fotos: LPG/Raúl Mercado. pic.twitter.com/ZdzT4SykNj
Por más de dos horas, el Estadio Cuscatlán cantó a todo pulmón los éxitos de Bad Bunny, desde canciones de sus inicios, hasta los éxitos de su más reciente álbum, ‘Un Verano Sin Ti’.
Una de las canciones más esperadas era ‘Un Coco’ donde menciona a El Salvador en una de sus líneas; en este preciso momento, los fans sacaron globos de color rojo y los soltaron para volar junto a Bad Bunny que, con su isla flotante, sobrevoló por todo el Monumental Cuscatlán, siendo uno de los momentos más significativos del evento.
Las sorpresas no terminaban con el Conejo Malo flotando sobre sus fanáticos, pues casi al final del evento le dio la oportunidad a tres de los asistentes al evento a bailar con él. ¿Envidia? Sí, de la buena.
Y no se podía pedir más, con ‘Después de la playa’, casi a la media noche y con un espectáculo de fuegos artificiales cual 31 de diciembre, Bad Bunny se despedía de los salvadoreños. Así, el día más esperado del año, llegaba a su final.
A la salida del evento se veían a amigos abrazándose, personas llorando, otros aún gritando y cantando los éxitos de Bad Bunny, caminando hacia la salida y poco a poco separándose de la multitud, pero llevándose consigo un recuerdo en conjunto que ninguno de los que estuvieron ahí podrán olvidar.
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